Médicos integrados en la plataforma SOS Sanidad Pública están convencidos de que el caso de Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad rara e irreversible para la que se pidió una muerte digna, servirá para abrir los ojos a la sociedad, que ya ha visto que hay "derechos que deben cumplirse".

Manuel Martín, portavoz de esta organización, integrada por más de 14 agrupaciones, entre ellas colectivos de enfermos y sindicatos, ha hecho esta consideración en un acto celebrado ayer en Santiago en el que se analizó la gestión del problema de esta menor, tanto por parte de los servicios sanitarios como de la Administración autonómica.

Martín ha denunciado la "vulneración de la legislación gallega y estatal" en lo que respecta "a la atención sanitaria de las personas en fase terminal y sometidas a un sufrimiento insoportable", como ha ocurrido, ha dicho, con esta paciente.

La pequeña, de 12 años, toda vez que ya se le ha retirado la alimentación artificial, está tranquila y continúa bajo sedación, que irá en aumento a medida que se produzca el deterioro de sus funciones orgánicas, ha informado el abogado de la familia, Sergio Campos, que ha señalado que sus padres, Estela Ordóñez y Antonio Lago, han pedido intimidad para poder despedirse de su hija mayor en la recta final de su vida.