La escritora Isabel Allende tiene 73 años y está llena de vida y de proyectos, pero espera que, cuando a ella le llegue el momento de la muerte, "la eutanasia sea legal en todas partes" para que pueda "morir dignamente" y sin que se empeñen en mantenerla "viva a toda costa".

De la necesidad de legalizar la eutanasia habló ayer al presentar en la Casa de América su nueva novela, El amante japonés, una obra sobre el amor, la vejez y la muerte que, desde que se publicó en España hace cinco meses, ha figurado entre los libros más vendidos.

Con su visita a España, Allende comienza una larga gira de dos meses por varios países europeos en los que ya se ha traducido su nueva novela, la número 22 de esta escritora que ha vendido más de 65 millones de ejemplares en el mundo y cuya obra está traducida a 35 lenguas.

Publicada por Plaza y Janés, El amante japonés es un canto a la vida y a la vejez, "el me-jor momento para ser y hacer lo que a uno le place", y en ella se reivindica "el amor en la vejez", un tema trdicionalmente poco tratado en la literatura pero que Allende defendió ayer con pasión.