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La profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Sonia Mauricio Subirana, leyó ayer en Madrid en el centro de Humanidades de la UNED la que sería su segunda tesis doctoral. Esta vez en lugar de hablar sobre Derecho, especialidad en la que es doctora de la ULPGC, Sonia Mauricio desveló con pasión su incursión en el mundo de la razón a través de un viaje diverso por el entramado del arte y su estética.

Los miembros del Tribunal examinador destacaron la originalidad y la exquisita presentación de la tesis planteada por la profesora Mauricio Subirana: La fragmentación: categoría estética y artística de la modernidad, una profunda indagación en el mundo de la razón a través de un viaje metafórico y real por las distintas manifestaciones del arte. Desde Kant a Nietzsche pasando por la rica obra musical de Wagner y las penumbras de Turner.

La profesora de Derecho de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria aparca su especialidad para adentrarse en los laberintos de la filosofía y la estética.

Esta segunda tesis doctoral de Sonia Subirana, que obtuvo la máxima calificación, cum laude por unanimidad, representa una reflexiva y poética investigación a través del arte en su conjunto, pero que ella se encarga de enriquecer y diversificar a través de la obra de pintores, músicos, filósofos.

Como destacó el presidente del tribunal, el catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad de Valencia, Román de la Calle, "su trabajo hay que verlo a vista de pájaro", y desde esa perspectiva se va a los fragmentos, al detalle.

Sonia Mauricio mantiene en su investigación que "la filosofía y la estética son una reflexión sobre el presente, aunque nos remontemos a Kant. No se trata por tanto de hacer en esta tesis una historia de la estética, sino un ejercicio de memoria del presente".

Para esta profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, "en la actualidad, el discurso estético queda deconstruido, descentralizado y diseminado. Y se caracteriza por la discontinuidad y la dispersión a partir de la imposibilidad de abarcar una realidad compleja en su totalidad".

Su tesis plantea que con la ruptura de progreso que suponen Hiroshima y Auschwitz y que llega hasta los conflictos bélicos actuales "se produce una profunda escisión en el mundo del pensamiento cuyo reflejo incide como un rayo en el ámbito estético".

Mauricio Subirana reconoce que esta tesis doctoral es un reflejo de ella misma, y de su obsesión por indagar en la razón, "teniendo en cuenta la sinrazón".

Haciendo referencia a Kant recordó que cuando el pensador alemán se propuso construir un edificio lo más perfecto posible se dio cuenta que no podía, requería de esa otra parte más incontrolable que tiene que ver con lo opuesto al razonamiento, "lo que paradójicamente lleva a vislumbrar que el principio de la razón llevado hasta sus últimas consecuencias de forma rígida enlaza con lo monstruoso de lo irracional".

Razón y sinrazón aparecen como dos almas gemelas, dos caras opuestas que explican la realidad.

Lo que esta doctora quiere dejar claro con su tesis que la fragmentación estética "como cualquier otro tema en el fondo siempre llevan al mismo planteamiento formulado por Sócrates: Conócete a ti mismo o misma y sé quién de verdad eres".

El presidente del tribunal también reconoció que al leer esta investigación se dio cuenta que su autora lo había hecho, entre otros motivos "por el placer de hacerla". De las páginas de este documento se destila el afán y la pasión que puso a la hora de iniciar este largo camino a través de un viaje fragmentado por el arte.

Por su parte, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense, Antonio González, curiosamente natural de Gáldar, destacó la coherencia del relato y "la valentía de enfrentarse a este trabajo, desde esta originalidad".

González también percibió como trasfondo un pequeño homenaje que Sonia Mauricio hacía a su director de tesis y reconocido profesor Simón Marchán Fiz.

A la hora de valorar la forma en la que está escrita la tesis, Antonio González señaló que no le extrañaba ya que conocía perfectamente la elocuencia demostrada por el padre de la doctoranda, José Carlos Mauricio, "con aquellos discursos sin papel tan esperados en el Parlamento".

Todos los integrantes del tribunal, incluido el profesor de estética de la UNED, Jordi Claramonte, finalizaron sus conclusiones felicitando a Sonia Mauricio por su excelente tesis doctoral y casi como colofón final, y a modo de resumen, el catedrático Román de la Calle señaló que en el fondo la tesis de la profesora de la ULPGC viene a conectar con los clásicos, cuando advertían que "si las artes mueren este mundo sería imposible".

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