El 8% de los escolares del Archipiélago son víctimas de acoso mientras que un 5% lo sufre también a través de las redes o el móvil. Son los datos de un estudio de Save the Children y presentado ayer en el que se pone de manifiesto que en torno a un 32% de los niños de primer y segundo ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) reconocen haber golpeado, pateado o empujado a otro menor y la mitad, ha proferido insultos y palabras ofensivas en las semanas anteriores.

El trabajo Yo a eso no juego, presentado ayer por el director General de la ONG, Andrés Conde, y su responsable de incidencia, Ana Sastre, parte de 21.487 entrevistas a estudiantes de entre 12 y 16 años para analizar la prevalencia y las características del bulliyng y el ciberbulliyng desde el punto de vista del acosador y del acosado e introduciendo perspectiva de género. En el documento se pone de manifiesto que la mayor parte de los estudiantes canarios víctimas de acoso son féminas, con un 67% frente al 33% de chicos acosados.

Por contra, cuando se trata de alumnos que admiten haber llevado a cabo algún tipo de conducta violenta hacia un compañero, destaca de canarias que en torno a un 4,2% admite haberlo sido de manera ocasional mientras que otro 0,4% confiesa serlo de forma frecuente, la misma cantidad que los estudiantes que dicen ser ciberacosadores de manera recurrente. Además, un 2,3% afirma haber acosado a alguien a través de las redes en algún momento.

Según detalla el informe, la mitad de los encuestados reconoce haber insultado o dicho palabras ofensivas a alguien y un 14,7% lo ha hecho de manera frecuente. A su vez, el 37,1% ha dicho a otras personas palabras ofensivas sobre un tercero, algo que es reiterado en el 9,6% de los casos. Mientras, un tercio (32,1%) "reconoce haber perpetrado conductas violentas como haber golpeado, pateado o empujado a alguien en los dos últimos meses". Son uno de cada diez quienes lo hacen con frecuencia.

Del lado opuesto, seis de cada diez niños reconocen haber sido insultados recientemente y un 22,6% dice que le ocurre de manera habitual. Uno de cada cuatro reconoce que ha recibido golpes físicos de otro niño en los dos meses previos a la encuesta, algo que el 6,3% ha padecido frecuentemente.

En las redes, los golpes no son físicos. Uno de cada cuatro estudiantes españoles ha insultado utilizando internet o el móvil y casi uno de cada diez ha amenazado a otro niño. El 7,8% ha utilizado las TIC para difundir rumores y el 5,9% ha retocado imágenes de un tercero que estaban en la red. El resultado es que un tercio de los niños en España ha sido insultado por el móvil o por intenet, el 12,9% ha recibido amenazas y al 6,3% le han pirateado su cuenta en redes sociales.

La reiteración es clave para distinguir lo que es "una conducta intolerable" de violencia ocasional de un caso de acoso, fenómeno según Conde, requiere además de una repetición en el tiempo, una intencionalidad clara por parte del agresor y un desequilibrio de poder físico, psicológico o social del mismo respecto de su víctima.

193.000 afectados

Cuando se le explica a los niños este concepto y después se les pregunta por su percepción, el 9,3% se identifica como víctima de acoso tradicional y el 6,9% de ciberacoso, o, lo que es lo mismo, 193.000 niños y niñas en España son víctimas de este tipo de persecución, sea digital o analógica. Hasta 44.000 menores estarían padeciendo ambas modalidades a la vez. Quienes se reconocen como acosadores son menos en número. El 5,4%, 64.000 niños y niñas, afirman que han acosado a otros compañeros y el 3,3%, 39.000 menores, admiten haberlo hecho de forma cibernética. Son 19.000 niños y niñas, el 1,6% de los alumnos de la ESO quienes hostigan a sus iguales en ambas esferas.

Las víctimas consideran que han sido acosadas por el hecho de ser molestadas, percepción que comparte más del 20% de los encuestados. También encuentran explicación en sus características físicas (un 16%) o porque el acosador les tenía manía (15%). La orientación sexual motiva entre el 3 y el 4% de las agresiones. .

La mayoría de los agresores dice que no sabe por qué lo hace. En el acoso tradicional, la segunda respuesta más frecuente es "para gastar una broma", aunque cuando se trata de ciberacoso, este es el primer motivo. La tercera razón en ambos casos es "por molestar". En el 5,9% de las situaciones tiene que ver con la orientación sexual de la víctima, algo que en ciberacoso llega al 6,6%.