Dieciséis adolescentes y treinta mayores, de hasta 80 años, participan en la quinta edición del programa Creando espacios de encuentro intergeneracional, que comenzó ayer en el Centro Sociosanitario Queen Victoria de la capital grancanaria. El programa de actividades, encaminado a disminuir la brecha intergeneracional existente entre mayores y jóvenes, se desarrollará a lo largo de seis sesiones de una hora y media, los martes, cada quince días.

La iniciativa surgió en 2012 a raíz de la propuesta del departamento de Orientación del I.E.S Pablo Montesinos al Colegio Oficial de Psicología de Las Palmas, con el objetivo de mejorar la formación del alumnado enmarcado dentro del programa de Necesidades Especiales. "La evolución que han tenido los alumnos es enorme, hasta el punto en el que son ellos quiénes demandan estas actividades ahora. Solo por esto vale la pena lo que estamos haciendo", apunta Carmen Rodríguez, vicedirectora del I.E.S. Pablo Montesinos.

Nena del Rosario, responsable del Área de Intervención Social y del Grupo de Psicogerontología del Colegio Oficial de Psicología, señala que el objetivo fundamental es crear espacios intergeneracionales para establecer y reconstruir un vinculo social entre las personas mayores y los jóvenes. "Este proyecto se encuadra dentro del envejecimiento activo y saludable, una manera de que los mayores se sientan proactivos y responsables, dentro de la transmisión de conocimientos de la intergeneracionalidad pedagógica bidireccional. Los mayores enseñan, los alumnos aprenden y a la inversa".

La música y la pintura se incluyen al programa de actividades como novedad en esta edición. Una de las jornadas se dedicará a coordinar una canción entre todos e interpretarla. Por otro lado la pintura consistirá en realizar, en una de las paredes del centro sociosanitario, un mural donde quede reflejado el compromiso social y el respeto que se debe tener entre las distintas generaciones. Los juegos populares, que en esta ocasión se desarrollarán en el I.E.S Pablo Montesinos, y las charlas sobre el rol del hombre y la mujer a través del tiempo, complementan el programa. "Establecer una diferencia entre como estaba estructurada la sociedad antiguamente y como ha cambiado la organización y el rol de los hombres y las mujeres en la actualidad ayuda al entendimiento entre generaciones", asegura Rosario. Por otro lado, el objetivo de la música y la pintura es favorecer el encuentro, la afectividad, la empatía y el acercamiento, "porque de alguna manera todo lo socioafectivo enriquece a las personas".

El resultado desde el punto de vista de los alumnos, se refleja en la mejora de la autoestima, y del rendimiento académico, en su independencia y autonomía. Respecto a las personas mayores, estas mejoran su autonomía y salen de su aislamiento social al sentirse responsables de los alumnos. "El beneficio es la inclusión y la participación activa en la sociedad, que no es fácil para aquellos que se encuentran institucionalizados", asegura Yurena Rivera, directora del Centro socio-sanitario Queen Victoria. "Los mayores adquieren un compromiso y los jóvenes también. La propuesta la acogemos como un regalo, porque no es fácil montar estas iniciativas. Podemos organizar encuentros intergeneracionales de una sesión con familiares, pero trabajos preparados con objetivos específicos, midiendo el antes y el después, es difícil. No dudamos en apostar por ello".

Evelyn Santander, alumna del I.E.S. Pablo Montesinos, comenta que "esto es una experiencia única que nos enriquece como personas". Katia López, también alumna, añade que a parte de compartir tiempo con ellos, se aprende mucho. "Es un buen aprendizaje y nos llevamos una amistad con ellos". Ambas, entusiasmadas, manifiestan su intención de seguir en contacto fuera del proyecto con los mayores visitándolos en el centro.