El rapero sevillano Toteking no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar de la situación cultural en España, sobre todo reivindicando la marginación que sufre su gremio en los medios de comunicación musicales, donde el pop siempre impera. Su nombre real es Diego Manuel González Rodríguez y comenzó como corista del grupo SFDK, pero ya es un profesional consagrado que llega a Canarias con la gira de su último disco, 78. Toteking hará saltar a la comunidad canaria con su verbo en la Sala La Cascada de Santa Cruz de Tenerife y mañana en la terraza Sotavento del Muelle Deportivo, en Las Palmas de Gran Canaria. Ambos conciertos comienzan a las 21.00 horas, y las entradas cuestan 12 euros y 15 en taquilla.

¿Cómo son sus conciertos?

Es un concierto de rap modelo, como la mayoría del set. Voy con mi Dj, Nexxa, y con mi hermano, Shotta, que me lo llevo para estos conciertos de las Islas. Somos tres personas en el escenario repasando temas de toda mi discografía y mi hermano llevará algunos temas suyos. Dj Nexxa, que es muy bueno y lleva con nosotros un par de años, quedó tercero en el campeonato del mundo de la Red Bull, o sea, un pedazo de Dj.

¿Cómo es ir de gira y actuar con su hermano?

Bien, de puta madre. La verdad es que al principio teníamos nuestros más y nuestros menos pero llevamos ya tantos años en carretera que nos sale automático y en el escenario se nota la complicidad entre los dos: el concierto sale genial.

¿Qué diferencia 78

Este disco tiene un año más de lo que les suelo echar. Lo normal es que grabe cada dos años pero éste se ha llevado tres. Desaparecí y me tomé mi tiempo. Las letras estoy trabajándolas al nivel habitual y con los temas que normalmente trato yo, que creo que hasta que me muera serán los mismos porque ya estoy hecho, formado, tengo mi oficio y mi estilo dentro del rap: No me voy a poner a hablar de cosas que no sean lo mío. Mi temática y mi forma de rimar en este disco son los que la gente conoce pero tiene de novedoso los arreglos musicales: guitarras, bajos, teclados, etc. Digamos que es el LP más musical que he hecho, estoy contento porque combina muchos géneros. Tiene por ejemplo un tema con El Canijo de Jerez (Los Delinqüentes) con arreglo de guitarra flamenca, tiene otro con Andreas Lutz, el cantante de O'Funkillo, con un ambiente más metalero. Hay canciones más tranquilas que incluso llegan a puntos cercanos al reggae.

¿Cómo es su proceso de creación para los discos?

Mi curro es todo el día y los que de verdad se toman en serio lo que es escribir saben que es así. Antes lo apuntaba en papeles, llevaba un cuadernito chiquitito y era un coñazo porque siempre lo dejabas en algún lado o tenías que llevarlo encima y no te cabía. Ahora con los móviles es una maravilla: lo apunto todo en una nota del móvil, ¡la tengo llena! Voy apuntando ideas de todo: de lo que oigo en un bar con un colega o de lo que se me ocurre andando por la calle, una conversación en el gym que de repente oigo, me interesa y lo cojo, y cuando tengo esa nota llena o bastantes cosas apuntadas lo voy pasando a limpio y veo si da para una canción. Casi todos los días estoy en mi estudio de grabación echando el día escuchando instrumentales, pensando cosas y muchas veces trabajo la letra directamente allí. Estoy todo el día por si viene la inspiración.

Los raperos tienen esa parte de poetas urbanos y otra más reivindicativa. ¿Cuál cree que pesa más en usted?

La verdad es que ninguna de las dos. Siempre he dicho que lo mío no lo considero poesía, que es un arte mayor en la literatura y creo que no es fácil. Que una persona trabaje la rima y la palabra no creo que sea atribuible a algo poético. La poesía son palabras mayores, siempre me he cuidado de distinguirlo. Reivindicativo siempre he sido, supongo que es la parte que pesa más. No me gusta que basar ni que basen la letra en un contenido político. Cuando un artista de cualquier género vuelca todo lo que hace en convertirlo en un panfleto social o político me parece que pierde su condición de cosa artística para convertirse en un altavoz de un partido o ideología. Yo hago rap que es rap y punto. Intento jugar con las palabras de manera divertida, intento contar lo que siento y pienso y de vez en cuando, cuando algo me quema muchísimo, sí tengo esa parte reivindicativa, que he tenido desde mis primeros discos.

Pero en sus canciones siempre hace alusiones a cuestiones o quejas sociales que ocurren a su alrededor.

Sí, siempre, pero he intentado que no sea demasiado porque me parece que hay grupos que lo basan todo en eso y eso me aburre. Así que solo lo hago cuando algo me quema de verdad, como en Mentira o Premio pa ti, en las que suelto cosas que claro, a nivel social y político, tienes que decir. Si tienes dos ojos en la cara tienes que contar estas cosas, si no, uno está muerto. Lo que está pasando en este país es de vergüenza y muchos tienen que contarlo. Muchos artistas deberían mojarse ahora.

Hablando de la situación actual, ¿qué le parece que Izquierda Unida y Podemos vayan a ir juntos a las elecciones?

La confluencia me parece bien porque obviamente estoy con ellos y simpatizo con los dos, pero soy un poco escéptico con respecto a la gente que cree que se van a sumar los votos. No creo que eso sea algo aritmético. Es algo que siempre hablo con mi amigo David Bravo, que además él ha estado ahí, y me sumo a su opinión. Me fliparía que se sumaran los votos y diéramos un golpe de efecto pero sé cómo es este país y hay mucha gente envidiosa y mala. Seguro que hay muchos que van a decir que son de un partido, no del otro, en vez de unirse e intentar hacer algo grande. Ojalá me equivoque.

¿Qué cambiaría de la situación de los raperos en España?

Creo que nosotros estamos haciendo los deberes, y más en los tiempos que corren: hay productores, raperos, gente joven con un talento brutal... Los que no lo están haciendo bien son los medios de este país, que son vergonzosos. Aquí todo lo que suena en la radio fórmula y lo que se ve en la tele es lo mismo. Cuando nos dan un hueco a los raperos es anecdótico, véase por ejemplo cuando me invitó Risto Mejide a su programa hace poco y me puso dos minutos. Eso sí, yo no me puse allí a llorar como los pipiolos tontos que él lleva al programa: los acorrala y se ponen a llorar. Eso sí da morbo, porque este país vive de eso. Me llevé la entrevista preparada y le metí la polla, te lo digo abiertamente porque estoy haciendo campaña de esto a todos los medios que me preguntan porque quiero que la gente se entere. A Risto Mejide le metí la polla en la entrevista que tuvo que dolerle un mes. El tío, como vio que yo iba preparado y sabía hablar, que no era un tonto que me ponía a llorar, me puso solo dos minutos porque ya no le interesaba. Eso es un reflejo mínimo de lo que pasa a gran escala. Aquí dicen que los raperos somos violentos y más excusas para no darnos nunca una cobertura real. Sí hubo una época que me acuerdo que sonaba mucho Violadores del Verso, La Mala Rodríguez y grupos nuevos con cierto tirón pero nunca llegó a ser algo como David Bisbal o India Martínez, que están todo el día sonando en la radio.

¿Tiene algún escenario o país que tenga como sueño?

Me faltan sitios de Latinoamérica a los que no hemos ido y que me gustaría visitar. Por ejemplo, me gustaría ir al Festival Hip Hop al Parque en Colombia, que es muy famoso. He visto fotos de algunos grupos que van y tiene pinta de ser increíble.