La receta electrónica permite poner en marcha más de 200.000 planes de tratamiento en las Islas. Gracias a este control, que queda fijado en todos los centros donde se atiende a los pacientes, el médico puede acceder a sus historiales y establecer un tratamiento adecuado con las características, patologías y necesidades de los usuarios. Ese plan también se entrega al ciudadano, con lo que este conoce también de primera mano cómo tiene que administrarse las medicinas que le han sido recetadas, tanto en cantidad como en horarios.

Bernardo Macías, director general de Programas Asistenciales de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, aseguró ayer que gracias a este método "se gana en seguridad". Además, en un solo documento, los pacientes se llevan a casa todo lo que tienen que saber sobre sus medicinas. De la misma forma, las consultas reciben menos gente, ya que disminuye en gran medida la cantidad de pacientes que acuden a diario de sus médicos de cabecera para repetir medicamentos. "La receta electrónica se da por plazos que pueden ser de hasta seis meses", detalló el director general, por lo que su visita se puede alargar hasta medio año.

Canarias se ha convertido en una de las comunidades autónomas donde más recetas electrónicas se hacen de todo el Estado. "Fuimos una de las regiones pioneras. Es normal que aquí se hayan hecho más", subrayó Macías. En estos momentos su puesta en marcha está resultando tan efectiva que los canarios que salgan fuera del Archipiélago y acudan a los centros hospitalarios de otras regiones pueden ser recetados por sus respectivos médicos.