El porcentaje de población en riesgo de pobreza ha disminuido en dos puntos en Canarias durante la crisis económica, desde el 30,4 % que se registraba en 2009 hasta el de 28,5 % de 2015, según el indicador propio que elabora Cáritas, que califica de "notable" esta mejoría.

Esta evolución ha permitido que Canarias pase de ser la segunda comunidad autónoma con mayores tasas de pobreza del país, tras Extremadura (30,9 % en 2009), a ocupar el quinto lugar en 2015, tras Andalucía (35,7 %), Murcia (31,8 %), Extremadura (29,0 %) y Castilla-La Mancha (28,5 %).

Según Cáritas, Canarias es, de hecho, la segunda comunidad autónoma que proporcionalmente más ha mejorado su posición en ese indicador, solo por detrás de Cataluña, donde la pobreza ha descendido del 15,2 al 13,9 por ciento.

Los datos que maneja Cáritas también indican que la tasa de desempleo entre la persona de referencia en el hogar ha bajado en este período en Canarias del 23,5 al 22,4 por ciento, aunque sigue casi dos puntos por encima del promedio nacional (20,7 %).

En cambio, han aumentado la proporción de hogares de las islas que tienen a todos sus miembros en paro: del 11,2 por ciento se ha pasado al 11,8, la tercera tasa más alta de España, tras Andalucía (12,7 %) y Extremadura (12,3 %). No obstante, la ONG alerta de que la probabilidad de que aumente la bolsa de la exclusión social en España, a pesar del crecimiento económico, es "tremendamente elevada", según concluye el informe Análisis y perspectivas 2016 de la Fundación de Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (Foessa), titulado Expulsión social y recuperación económica, que se presentó ayer en Madrid.

Guillermo Fernández, miembro del comité técnico de la fundación de Cáritas, ha explicado que "en periodos de recesión económica, la pobreza aumenta rápidamente, pero cuando crece la economía, no desciende de la misma manera e, incluso, permanece estancada".

La directora de Comunicación, Sensibilización e Incidencia de Cáritas, Natalia Peiro, ha estimado que esta situación se está haciendo "invisible para gran parte de la sociedad" y ha expresado su preocupación por el ensanchamiento de la "fractura social" después de la crisis.

El análisis territorial de la desigualdad, la pobreza y el desempleo muestra una España a dos velocidades y refleja que, como consecuencia de la crisis, se ha generado un proceso de divergencia entre las comunidades autónomas.

Diferencias norte-sur

La investigación revela que las diferencias en el eje norte-sur del país no sólo se mantienen, sino que tienden a aumentar. Así, las regiones del sur, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, Canarias y las Islas Baleares se encontrarían "en peor situación" ante una eventual salida de la crisis. Cantabria, el País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón, las autonomías del norte, estarían "en mejor situación" desde el punto de vista de la pobreza, la desigualdad y el desempleo más grave.

Fernández ha precisado que los indicadores de desempleo analizados, que serían el desencadenante más claro de una buena posición de salida para la población en peor situación, muestran una recuperación muy débil y, en algunos casos, se encuentran muy alejados del ritmo necesario para impulsar una reducción intensa de la pobreza y la desigualdad.

"Las diferencias regionales de la pobreza apuntan a una salida divergente de la crisis para cada una de las comunidades", ha indicado el experto, quien ha resaltado que esta disparidad seguirá provocando aumentos en las diferencias en la desigualdad, en la pobreza y en el bienestar social.

A pesar de los años de recuperación económica, ha subrayado, la situación de salida para el conjunto de las comunidades autónomas ofrece una "peor situación" respecto a los datos recogidos en el año 2009 en el primer impacto de la crisis.