El buen tiempo aumenta la preocupación por el aspecto físico y con ella también las operaciones de cirugía estética. Este tipo de intervenciones se incrementa hasta un 30% en verano, según los datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre). El cambio que más se demanda es con diferencia el aumento de pecho. "Cuando aparece el final de la primavera y el verano es cuando volvemos a prestar atención al cuerpo porque deja de estar oculto por la ropa", reflexiona el cirujano plástico José Ramón Larrañaga, miembro de la Secpre.
En Canarias esta estacionalidad se ve matizada. La carencia de una fluctuación climática acusada se traduce en que la demanda de intervenciones estéticas se mantiene más o menos estable durante todo el año. El cirujano plástico Francisco Cano, de Clinimagen, subraya esta factor asociado a la "eterna primavera" de las Islas y apunta que, en todo caso, las intervenciones se hacen coincidir con periodos vacacionales para que el postoperatorio, que se extiende entre dos semanas y un mes, coincida con el tiempo de asueto.
A nivel nacional también se da esta circunstancia. Larrañaga explica que "mucha gente, con esta situación económica inestable, no quiere pedir una baja en el trabajo y en esta época vienen las vacaciones y aprovecha para hacer el postoperatorio". El médico señala que una buena recuperación es tan importante como la propia operación en sí.
Durante el año 2013, los últimos datos que tiene disponible la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, se realizaron en España un total de 65.000 intervenciones, con una factura de 300 millones de euros. La intervención más demandada fue el aumento de pecho (40,5%), seguido de la liposucción y de la cirugía en los párpados. El doctor Larrañaga confirma que esta tendencia continúa y que "es la operación estrella", afirma.
Esta prelación tampoco se corresponde exactamente con la que se da en las Islas, que también tienen en el implante de prótesis mamaria su intervención estrella. Pero, según enumera Cano, las que aquí generan mayor demanda tras ella son las del levantamiento o reducción de pecho, seguidas de la abdominoplastia (reducción de barriga), liposucción o lipoláser, las de nariz, párpados y los lifting, si bien esta última intervención es característica de las personas de más de 50 años, así como la abdominoplastia se solicita preferentemente a partir de los 45.
En cuanto al perfil del paciente de cirugía estética en España, sigue siendo femenino, a pesar de que los hombres afianzaron su presencia en el mercado estético hace dos décadas. El 87,8% de las cirugías se aplicaron a mujeres, frente a un 12,2% a hombres. La cirugía que más se practican ellos es en la zona de la cabeza, como pueden ser las rinoplastias, los liftings o la mentoplastia.
Por edades
El análisis por edad evidencia que el 42,2% de las intervenciones en España fueron realizadas en personas de 30 a 44 años, un 32,7% de los pacientes tenía más de 44 años y un 25% era menor de 30. La Secpre destaca que solo un 1,3% de los pacientes tenía menos de 18 años y que la mayoría de esas operaciones estaban dirigidas a corregir las orejas.
Los rellenos con grasa han sufrido un sustancial incremento. Los profesionales subrayan que pude deberse al hecho de que "la grasa puede generar más confianza en el paciente que otros materiales". También se cuela en la lista la cirugía genital o íntima, que aunque según señalan "no tiene tanto recorrido como otras intervenciones más tradicionales", se sitúa por delante de los liftings de brazos y muslos y la cirugía del mentón.
Durante los últimos años la cirugía estética ha sufrido en toda España un descenso de entre el 23% y el 27%. Esto provoca la intrusión en el oficio, una cuestión sobre la que la Secpre se muestra muy preocupado. "Es muy importante acudir a un profesional homologado, sólo así se tienen garantías", incide José Ramón Larrañaga. Acudir a una persona que no tiene la debida acreditación buscando ahorrar algo en el precio de la intervención puede tener consecuencias dramáticas para quien se somete a la intervención.
Las cifras negativas parecen estar revirtiendo, como explica el médico: "Estamos en una época que van aumentando de una forma muy paulatina; disminuyeron por la incertidumbre económica porque, como en otras cosas, la gente prefería esperar a ver qué ocurría antes de tomar una decisión en este sentido".
El precio de las operaciones oscila entre los 2.500 euros que puede costar una cirugía genital a los más de 6.000 euros del lifting y el aumento de mamas. Las expectativas son buenas y los profesionales apuestan por desarrollar técnicas que permiten reducir el coste de las intervenciones para los pacientes, sin por ello disminuir la calidad.
