Andalucía, Canarias, Cataluña y País Vasco son las únicas comunidades autónomas que obligan a los hoteles a contar con un desfibrilador externo automático (DEA), según la normativa en vigor en relación con su uso e instalación en establecimientos hoteleros. En España, el R. D. 365/2009 deja en manos de los gobiernos regionales la regulación de su uso e instalación.