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ULPGC

Los universitarios demandan al futuro rector un mejor acceso al empleo

El Consejo de Estudiantes reclama como prioridad una mayor calidad en las titulaciones

Los universitarios demandan al futuro rector un mejor acceso al empleo

La mejora de la calidad de las titulaciones universitarias para acceder al mercado laboral, una menor rigidez en las normas de permanencia y más facilidades para el aprendizaje de idiomas centran las principales demandas de los estudiantes de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) de cara al futuro rector de la institución, cuya votación se celebrará mañana entre las candidaturas de Alberto Montoya, Rafael Robaina y Eduardo Galván.

Así lo exponen dos de los principales representantes del estudiantado, Eliezer Santana, presidente del Consejo de Estudiantes -máxima instancia ejecutiva de la Asamblea de Representantes de Estudiantes, que es a su vez el máximo órgano de representación estudiantil de la ULPGC-, y Carlos Da Mata, vocal del Consejo Social en representación de la comunidad universitaria por el sector de estudiantes. Dichas manifestaciones engrosan una serie de demandas recogidas en un documento único por medio de un proceso participativo con las delegaciones de todas las facultades de la ULPGC, que la Asamblea de Representantes trasladó a los tres candidatos.

Calidad y empleabilidad

Una de las demandas principales del estudiantado se basa en la mejora de la oferta de las titulaciones de grado y posgrados, para que se corresponda en calidad y contenidos con las demandas del mercado laboral actual. "Necesitamos una mayor adaptación al sistema europeo y esto se pone de manifiesto cuando un egresado de la ULPGC no tiene las competencias requeridas para acceder a un buen empleo", expone Da Mata. A esto, Santana añade que "este aspecto depende de un equipo de gobierno de calidad, que conozca bien los problemas de las titulaciones para que, tras la revisión de los títulos por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), podamos iniciar procesos de modificación de las titulaciones para adaptarnos a las demandas del mercado y a la calidad óptima que este exige".

Al respecto de lo anterior, Santana subraya que "hoy en día no basta una carrera universitaria para acceder a un puesto cualificado, sino que hace falta formación complementaria con posgrados o cursos especializados", que se cimiente a su vez en "un contacto estrecho entre la universidad y el mundo laboral". "La ULPGC debe crear un proyecto de empleabilidad para que sus estudiantes tengan cabida en el mundo laboral", afirma.

"Algunas de las facultades más grandes, como Magisterio o Ciencias Jurídicas, que suman más de 7.000 estudiantes entre ambos, tienen una oferta de másteres y posgrados muy deficitaria, con apenas ocho alumnos por grupo, y eso es insostenible". Y en esta línea, también destaca que las prácticas universitarias "no pueden generarse para cubrir puestos de trabajo encubiertos en las empresas". "La asignatura del Practicum debe orientarse a la formación, no a trabajar gratis", afirma.

Normativa de permanencia

La modificación de las Normas de Progreso y Permanencia en Titulaciones Oficiales es otra de las quejas principales de los alumnos. "Este es un punto clave, sobre todo, porque las normas en otras universidades no son tan rígidas como las que tenemos en la ULPGC", expone Da Mata, quien cita el número máximo de convocatorias por materia o de asignaturas aprobadas al año como dos de los aspectos más urgentes a revisar y reformar.

Competencias idiomáticas

Otro de los aspectos que reclama el alumnado es que se brinden mayores facilidades para la certificación del nivel de idiomas, estipulado en el B1 de inglés obligatorio. "Esta ley no se corresponde con la realidad del estudiante y no se entiende que se exija a los universitarios un determinado nivel de idiomas pero sin darle facilidades para conseguirlo", apunta Da Mata. "No es normal que un curso del Aula de Idiomas de la ULPGC cueste 250 euros y que eso sea un obstáculo para terminar una carrera, que es algo que le ha sucedido a muchos compañeros". Por su parte, Santana apunta a que "la implantación de una política de becas propias para la inmersión lingüística y una reducción de las tasas del Aula de Idiomas permitiría que no se diesen tantos casos de estudiantes que se quedan fuera del sistema por no tener recursos".

Relación con el estudiante

Una comunicación "fluida y directa" entre el futuro equipo rector y la representación estudiantil, reglada desde el pasado 2015 con la puesta en marcha de la Asamblea de Representantes, también debe enmarcarse entre las futuras prioridades de cara a "trabajar en conjunto en muchas de las políticas universitarias de las que los estudiantes formamos parte", expone Santana. A esto añade que "también necesitamos una comunicación mucho más fluida entre estudiantes y administración". "Esto no es culpa del personal sino de la propia institución universitaria, que debe formarles correctamente para que resuelvan las dudas y los problemas de los alumnos".

Equipamiento

Con todo, los estudiantes demandan, por último, la mejora de las instalaciones, equipamientos e infraestructuras de la ULPGC, como es el caso de la Biblioteca General, cuyas instalaciones se ampliaron hace dos años, pero que continúan cerradas por motivos económicos. "En general, toda la Universidad necesita una remodelación profunda, que pasa por mesas, sillas, aparcamientos y zonas de ocio o deporte", resume Da Mata.

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