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Religión

Los religiosos celebran la absolución del aborto

Juan Artiles cree que Francisco "está dando pasos muy importantes aunque no todos los entienden", para la apertura de la Iglesia

Medio siglo de conferecia episcopal. EFE

La autorización del papa Francisco para que los sacerdotes puedan absolver a quienes han pecado abortando fue ayer bien recibida por diferentes integrantes del estamento religioso católico en las Islas, que destacaron lo que esta medida supone de profundización en la misericordia. En realidad, lo que el sumo pontífice ha hecho es prolongar sine die una autorización que rigió durante el Año Santo de la Misericordia, que concluyó el domingo pasado. Hasta entonces, la absolución de este pecado sólo podían concederla los obispos.

El sacerdote Juan Artiles valora de forma positiva la medida anunciada por el papa Francisco, que supone ahondar en la misericordia. "Todo lo que sea misericordia, apertura, perdón, será bienvenido. Me parece muy positivo. Esta medida era deseada desde hace tiempo", comienza afirmando.

En su larga etapa al frente de la vicaría judicial de Canarias, que abandonó en 2012, Artiles fue consultado en varias ocasiones acerca de la absolución de pecados de aborto, que queda fuera de las potestades de un sacerdote ordinario por su carácter reservado y debe administrar el obispo, que en este caso delegaba en el vicario. "Si a mí me pedían permiso para absolver el pecado de una mujer que había abortado por vaya usted a saber los motivos, siempre decía que sí. Siempre daba facilidades para absolver sin pedir nada a cambio", explica el veterano sacerdote.

Perdón

Lo importante para Artiles con respecto a estas personas era "hacerles caer en la cuenta de la gravedad del pecado y absolver, porque la misericordia de Dios es muy grande. Dios es más grande perdonando que castigando. Por muy grande que sea el pecado, más grande es el corazón de Dios. Para el que es humilde todo deben ser facilidades".

El sacerdote siente que el papa Francisco timonea la Iglesia para sintonizarla con los tiempos que corren y acercarla a la sensibilidad y las preocupaciones actuales. "Este Papa está dando pasos muy importantes, aunque quizá no todos lo entienden. Está en comunión con la gente de nuestro tiempo".

Otro sacerdote, José Luis Guerra, recuerda que "en realidad esa medida ya estaba vigente a lo largo de este año, lo que se ha hecho es prolongarla sine die". A Guerra esta decisión le "parece perfecta siempre que la gente se arrepienta de lo que ha hecho y haya una decisión de intentar no reincidir, que se acerquen con esa actitud de estar arrepentidos" y recuerda que ya antes "se daba la oportunidad de perdonar este tipo de cosas si la persona que lo solicitaba se encontraba en una situación urgente". Se trata, en definitiva, de "facilitar a la gente el encuentro, que no haya demasiadas barreras cuando hay buena voluntad", añade el cura.

Esto no quiere decir, puntualiza Guerra, que la excomunión que el derecho canónico señala para los que cometen aborto deje de tener efecto. "Es un pecado que sigue conllevando excomunión, pero si yo me arrepiento, esta excomunión deja de tener efecto, para la iglesia es un pecado límite".

Han cambiado las prioridades en la Iglesia en esta nueva etapa, señala este sacerdote. "Antes estas cosas no llamaban la atención, a lo mejor había otras prioridades, pero en realidad este tema ha estado siempre presente en la Iglesia. Se trata de facilitar a la gente que se convierte y toma conciencia de que ha cometido un error, facilitar el encuentro de nuevo con la Iglesia"

Eugenia Benítez, religiosa de la Asociación Villa Teresita, que trabaja con mujeres en situación de exclusión social, como prostitutas o víctimas de trata, valora lo que esta medida muestra de apertura y cercanía hacia las mujeres. "El Papa con este gesto quiere facilitar el encuentro de la mujer con el amor misericordioso y reconciliador de Dios", asegura.

"Muchísimas mujeres, por distintas circunstancias de la vida, tienen que tomar esta decisión Purísima y muy delicada, optan por esa salida porque no tienen otra. No somos nadie para juzgarlas" explica la religiosa, "así, viven una situación psicológica, espiritual y de conciencia muy conflictiva por esa decisión que han tomado". Benítez sabe de muchas mujeres en esta circunstancia "que dicen que necesitan escuchar del sacerdote que Dios les quiere y les perdona". Ahora "el Papa facilita que la mujer pueda tener una posibilidad de estabilizar esta situación de conciencia y psicológica",

La religiosa celebra la dirección que toma la Iglesia Católica bajo la impronta que trae el papa Francisco, y que se materializa en decisiones como la hecha pública el pasado lunes. "Con este gesto es como si él quiere que salgamos de nuestras estructuras y bajemos a los márgenes de la sociedad. Una Iglesia de salida y que a la vez acoge", finaliza Eugenia Benítez, quien también ve en esta nueva medida "un acto de misericordia del Papa, para finalizar este año jubilar".

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