Ya está todo listo. El primer restaurante nudista de España abrirá sus puertas este viernes 20 de enero. Disfrutar de una velada como dios nos trajo al mundo en Innato Tenerife, ubicado en San Isidro (Granadilla de Abona), costará 150 euros por pareja. El precio incluye una cena con tres menús naturales diferentes, todos a cargo de un prestigioso chef, un bufé de postres alrededor de jóvenes desnudos y espectáculos de música, danza o fuego. Detrás no solo habrá que dejar la ropa, también el teléfono móvil y hasta la luz eléctrica.

El empresario italiano Tony De Leonardis, promotor de este proyecto, explica que el restaurante abrirá de lunes a domingo, a partir de las 20:00 horas. "La inauguración del día 20 será a través de invitación pero a partir del sábado comenzaremos a prestar nuestros servicios con normalidad", detalla. Para los primeros días ya tienen más de 300 reservas. "Innato ha tenido una gran acogida en la Isla y hemos recibido muchos comentarios", agrega.

En el restaurante, en el que tendrán cabida 60 comensales, trabajaran ocho personas, entre ellas el segundo cocinero del popular chef británico Gordon James Ramsay en Londres (autor de la versión original de Pesadilla en la cocina). "Ofreceremos tres menús orgánicos de alta cocina", detalla De Leonardis. En concreto, en Innato se podrá degustar un menú de carne, otro de pescado y marisco y uno vegetariano, todos con cuatro o cinco platos cada uno. "Cada plato irá acompañado de un vino de la Isla diferente además de postres caseros", añade el empresario. Serán alimentos naturales y crudos, cocinados con fuego de leña.

Con el postre vendrá, si se quiere, el mejor final. "Es la parte más erótica de la cena, se pondrá un bufé humano con frutas frescas y los postres, aunque estarán alrededor de las personas y no encima de ellos", explica el hostelero. Todo ello estará acompañado de distintos espectáculos. "Tendremos violinista, pianista y actuaciones de baile", revela De Leonardis, quien señala que, "intentaremos que cada semana sea distinto".

Eso sí, antes de entrar habrá que dejar todo atrás. Lo primero que se encontrarán los clientes en Innato será una taquilla. "Allí habrá que dejar la ropa, todos los aparatos tecnológicos, las llaves y cualquier objeto material que se lleve", avanza el italiano quien añade que "invitamos a los clientes a romper con la tecnología moderna y liberarse de las preocupaciones". Si habrá que ponerse una bata y unas zapatillas. Una vez en el interior, la cantidad de ropa que se quiera llevar será a gusto del consumidor. "Cada silla llevará una funda desechable de un solo uso, para que los comensales estén cómodos", afirma el empresario.

La iluminación estará a cargo de las velas y las chimeneas. "No hay luz eléctrica y la decoración será de bambú". Todo para conseguir que el cliente de un salto en el tiempo."Prometemos una noche para olvidarse de todo y volver a la naturaleza y relajarse. Una experiencia única", concluye el promotor.