La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Me caso por la Iglesia por convicción"

Reyes y Samuel darán el "sí, quiero" en mayo en San Telmo tras tres lustros de noviazgo

Reyes y Samuel. LA PROVINCIA/DLP

Reyes Pajarón pertenece a ese 14% de canarios que se casan por la Iglesia. El próximo 20 de mayo dará el "sí, quiero" en la ermita de San Telmo junto a Samuel, su novio de toda la vida, ceremonia que preludiará la posterior celebración en el Hotel Santa Catalina. De esta forma, la joven sellará su unión matrimonial en consonancia con sus creencias. "Me caso así por mis convicciones religiosas", afirma.

Reyes y Samuel llevan 16 años saliendo, desde que ambos coincidieron como estudiantes en Los Jesuítas. Hoy, cuando ella tiene 33 años y él 32, han decidido dar el paso y formalizar el matrimonio: "Siempre estábamos esperando, queríamos ahorrar un poco más para intentar vivir bien. Hasta ahora, que ya por fin nos hemos decidido".

Esta filóloga es algecireña, pero desde los 12 años residió en Las Palmas de Gran Canaria. El año pasado se trasladó a vivir a Barcelona por motivos laborales, donde reside actualmente. Allí retornará tras la celebración de la boda en la Isla.

A resultas de esto, tiene dos principales grupos de amigos, uno aquí y otro en Sevilla. "Entre los primeros, todos los que se han casado menos uno lo han hecho por lo civil, sin embargo, en la Península todos optaron por la lglesia", asegura la joven, que atribuye esta marcada diferencia al carácter más clásico y tradicional que tienen en la ciudad sevillana, frente al menos encorsetado que exhiben los canarios.

Reyes defiende que decidan casarse por la Iglesia aquéllos que verdaderamente tienen fe y lo hacen de acuerdo con sus creencias religiosas, no los que sólo piensan cumplimentar una ceremonia social o los que quieren cumplir con las expectativas de otros. "Si no se hace porque uno cree, no me parece normal pisar la iglesia sólo ese día si luego no se va a pisar más", afirma Reyes, que entiende que a estas alturas ya no existen presiones sociales para formalizar las bodas ante el altar, aunque admite que "en otros sitios puedan verse obligados a hacerlo por lo que piensen los padres o por su entorno". En todo caso, ella lo tiene muy claro: "Me caso por la Iglesia porque lo quiero hacer así".

Esta joven pone de manifiesto cómo en apenas unas décadas han pendulado de un extremo a otro los usos sociales y lo que se considera normalizado. Así, reconoce que cuando anuncia que piensa contraer matrimonio por la Iglesia, a menudo se ve impelida a dar explicaciones. "Los que no me conocen lo ven raro, pero los que me conocen lo tienen bastante claro, como yo. Pero a muchos les sorprende que una pareja joven se quiera casar por la Iglesia", explica.

Esta extrañeza se extiende también a sus creencias religiosas, contempladas con suspicacia por algunos compañeros de su generación. "No sólo es cuestión de ir a misa, yo también colaboro con acciones solidarias. Pero me tengo que justificar ante los demás y explicarles que son una persona normal, no soy rara ni nada", finaliza.

Compartir el artículo

stats