Las calles no se llenaron, pese a vaciarse las aulas en Gran Canaria. La huelga general de la enseñanza registró ayer una menor repercusión que anteriores convocatorias contra la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), principal motivo de las protestas nacionales junto a los recortes presupuestarios, pero la Plataforma Estatal por la Escuela Pública continuará con las movilizaciones hasta conseguir el aumento de la inversión y, sobre todo, la derogación del texto aprobado por el Gobierno central en 2013.

"Es el momento idóneo, teniendo al Partido Popular (PP) en minoría, para empujar y cumplir con la derogación de la Lomce", subrayó ayer Elvira Suárez, de Comisiones Obreras, en referencia a la paralización acordada en el Congreso de los Diputados pero recurrida por el Ejecutivo ante el Tribunal Constitucional. Profesores, personal no docente, estudiantes y padres exigen, además, su participación en el debate para consensuar un plan nacional de educación, tarea ya iniciada por una subcomisión en la Cámara Baja.

Sin embargo, "no nos vale que unos cuantos políticos se pongan de acuerdo para hacer la ley que les viene bien, queremos una que convenza a la sociedad, pero no se está teniendo en cuenta; se oye, pero no se escucha a los agentes educativos", lamentó Emilio Armas, del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias-Intersindical (Stec-IC), tras destacar la importancia de mantener las protestas "en un momento en el que el PP ya no goza de la patente de corso de la mayoría absoluta". A juicio del representante del Stec, "tendremos que seguir dando siempre en la misma piedra hasta que la rompamos para no abdicar y dejar el estado del bienestar en manos de quienes lo quieren romper; esperemos que no haya cansancio, sino hartazgo y resistencia contra las políticas del PP".

También desde el Frente de Estudiantes, otra de la decena de organizaciones convocantes de la tercera huelga general educativa desde 2012, se apeló a la "constancia en la concienciación y la organización" del alumnado, aunque Daniel Casal admitió "desgaste" en la movilización social tras casi un lustro. Tras la manifestación estudiantil celebrada durante la mañana en la capital grancanaria, al igual que en Santa Cruz Tenerife, los alumnos marcharon de nuevo por la tarde junto a profesores, personal no docente y familiares entre las plazas de la Constitución (Obelisco) y de la Feria a través de las calles Tomás Morales, Juan XXIII y León y Castillo.

Alrededor de medio millar de personas participaron en la manifestación central de la jornada tras una pancarta con el lema "paremos los ataques a la escuela pública" y los colectivos convocantes: Confapacanarias, Cobas, Insucan, Federación de Apas Galdós, UGT, Fitapa y Sindicato de Estudiantes, además de CCOO, Frente de Estudiantes y Stec-IC. También sobresalieron en la protesta las banderas del Sindicato de Empleados Públicos de Canarias (Sepca), Izquierda Unida Canaria (IUC) o el Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC) entre múltiples camisetas verdes, color simbólico de las protestas educativas, con la frase "enseñanza pública de todos para todos".

Con una longitud de dos cuadras, la manifestación contó con una presencia mayoritaria de estudiantes y profesores, pero también participaron numerosas familias completas ante la convocatoria de la huelga en todos los niveles de enseñanza (de infantil a superior). Así fue el caso, por ejemplo, del primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo de la capital grancanaria, Javier Doreste, aunque apenas aparecieron otros dirigentes públicos que el representante de Podemos.

Escoltada por vehículos y agentes de las policías nacional y local, la manifestación de la capital grancanaria transcurrió sin incidentes, al igual que sucedió durante toda la jornada de huelga general educativa. La Marea Verde continuó empapando a la sociedad grancanaria porque, como corearon, "el pueblo luchando, también está educando".