Casi un tercio de los estudiantes de la ULPGC no contempla su etapa universitaria como unos años de monocultivo académico en el que el mundo laboral permanece tabicado. Así, el 30,4% de estos alumnos busca en la actualidad trabajo, algunos para acceder al mercado laboral por vez primera y otros para optar a un puesto mejor que el que disfrutan en la actualidad. Este dato se desprende del Barómetro ULPGC 2016, presentado el pasado día 2 por el Consejo Social de la Universidad, amplia prospección con catas en distintos aspectos que conciernen a los alumnos del centro, dentro y fuera de las aulas.
El 15,8% del alumnado de la ULPGC realiza a día de hoy algún tipo de trabajo remunerado que simultánea con sus obligaciones académicas. De todos estos estudiantes, casi un tercio (32,3%) rinde un trabajo temporal a tiempo parcial, modalidad que parece adecuarse bien a la compatibilización con los estudios, mientras que otra quinta parte (el 20,3%) viene a engrosar las escurridizos dominios de la economía sumergida. El trabajo a tiempo parcial pero en su modalidad fija concierne a otro 18,8%. Los becarios conforman un 12,7%.
Motivaciones laborales
¿Por qué trabajan estos alumnos durante su estadía universitaria? A más de la mitad los mueven motivaciones estrictamente económicas, pues el 37,9% confiesa hacerlo para pagar los estudios, otro 20,7% para subvenir a los gastos familiares, y el 8,3% aprovecha estos ingresos para poder comprar aquello que le gusta. Ahorrar para las vacaciones o viajar llevó a trabajar al 13,8%, mientras que el 11% buscaron en el trabajo el medio para poder independizarse. Sólo un 8,3% ven ese trabajo como una peana desde la que alzar una carrera profesional.
¿Cómo ve la crisis económica una generación que ha crecido con ella martilleándole en los oídos? El barómetro universitario ofrece un interesante retrato, que contrasta con la visión que puedan tener generaciones anteriores, de la crisis como una manifestación de los ciclos económicos, como una patología transitoria que ha de remitir para devolvernos al estado anterior. Por contra, dos de cada tres universitarios de la ULPGC tienen claro que la crisis no es sino la expresión de un irreversible cambio de modelo. Frente a este 66,1%, sólo el 21,1% restante contempla este fenómeno como algo coyuntural y pasajero.
Esta estadística desvela una visión desengañada por parte de una parte principal de los jóvenes matriculados en la universidad grancanaria. De este contingente de alumnos que ven la crisis como una cesura, casi la mitad (46,7%) creen que el modelo que emergerá una vez pasadas las turbulencias de la crisis será peor que el que disfrutamos ahora. Por contra, una 26,2% espera que nos acoja un modelo mejor.
Por ramas, son los alumnos de Ciencias de la Salud y Ciencias del Mar los que tienen más claro que la crisis supondrá un cambio de modelo y no una modificación coyuntural que luego se diluirá una vez abolida esta etapa. El 69,7% de los estudiantes de estas ramas comparten esta visión. Son, además, los más pesimistas, pues sólo el 24,2% atisban un mundo mejor tras la finalización de la crisis. El 42% creen, sin embargo, que nos espera un escenario peor a la vuelta de la crisis.
