Esta madrugada Canarias entró oficialmente en el horario de verano. A la 1.00 se adelantaron las manecillas del reloj hasta alcanzar las 2.00. Al acogerse a este camibio, que tiene su contraparte en otro que se verifica seis meses antes atrasando el reloj 60 minutos, España obedece una dirctiva europea de obligado cumplimiento. A partir de hoy, pues, los días tendrán más horas de sol, pues anochecerá 60 minutos más tarde.

Estos cambios, implantados én su momento para ahorrar energía, no están exentos de polémica. Desde ámbitos como el psicológico se recalca lo que estas vaciaciones tienen de desestabilizador para el reloj interno de las personas, que debería seguir unos ciclos uniformes.

Por su parte, la Comisión Europea, firme defensora de la continuidad de los cambios horarios, lo justifica en sus beneficios, que van más allá de lo energético, para alcanzar también el sector de transportes, las comunicaciones, la seguridad en las carreteras y las condiciones de trabajo en las empresas.

Es un debate que se renueva cada seis meses, pero a pesar de su vogencia, la normativa se sigue ejecutando sin más adelantando y atrasando los relojes de manera preceptiva.