La Comisión de Sanidad del Congreso aprobó ayer una proposición no de ley (PNL) de ERC para instar al Gobierno a mejorar la información facilitada al consumidor sobre los alimentos que contengan aceite o grasa de palma. La iniciativa que incorporó enmiendas del PSOE y Ciudadanos y recibió el apoyo de Unidos Podemos, se aprobó por veintitrés votos a favor y catorce votos en contra del PP.

En el texto se pidió al Ejecutivo que defienda ante la Unión Europea una modificación del reglamento europeo para que los fabricantes, productores, distribuidores e importadores de alimentos que contengan aceite o grasa de palma informen del contenido de este producto en sus envases o etiquetas "de una manera legible y visual". El Ejecutivo deberá actuar, de acuerdo con las diferentes administraciones públicas, para la progresiva eliminación de productos con grasa o aceite de palma o cualquier otra grasa saturada que se demuestre no saludable en los centros educativos, deportivos y de salud.

Sustancias cancerígenas

Otro de los puntos reclama al Gobierno la adopción de iniciativas legislativas para evitar el consumo de productos que contengan grasa o aceite de palma entre la población infantil mediante publicidad o ganchos comerciales como juguetes, accesorios, adhesivos o incentivos. Igualmente, se exigen actuaciones en colaboración con las comunidades autónomas y con la industria alimentaria para la protección de los menores frente a la publicidad de alimentos y bebidas que contengan grasas, ácidos transgrasos, sal, sodio y azúcares.

Joan Olòriz, de ERC, explicó que el aceite de palma, de origen vegetal, está compuesto por más de un 50 % de grasas saturadas y se puede encontrar alimentos industriales, como patatas fritas, bollería, galletas, pizzas, precocinados o chocolates, cuyo consumo aumentó.

Olòriz indicó que un estudio publicado en 2011 concluyó que el incremento del consumo de aceite de palma está relacionado con unas mayores tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y detalló que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) afirmó que durante el proceso de refinado se sometía al aceite de palma a temperaturas cercanas a los 200 grados centígrados, lo que libera sustancias cancerígenas.