Vestidos inspirados en auténticas geishas, kimonos en diferentes tonalidades, una amplia selección de abrigos, y un surtido de pantalones hakama. La nueva colección de la diseñadora grancanaria Aurelia Gil deslumbró anoche en el Salón Dorado del Gabinete Literario impregnando el espacio de auténtica esencia japonesa. Así, la nueva línea prèt-à-porter de la artífice de la firma que lleva su nombre, presentó Flores nocturnas, que contó con un total de 28 salidas protagonizadas por reconocidas modelos del Archipiélago. Entre ellas figuraron Aránzazu Estévez, Marina García, Laura Ojeda, Raquel Palomo y Claudia Vega, entre otros rostros populares en el mundo de la moda. Además, la pasarela contó con la participación de la prestigiosa modelo sevillana Noelia López, que fue la primera en entrar en escena.

López lució un vestido largo con un llamativo estampado de flores pintado a mano por la diseñadora, que hacía gala del leitmotiv de la colección. Un repertorio que, a propósito, surge con motivo del 15 aniversario de la marca, que se encuentra en pleno proceso de renovación, y pretende reflejar la evolución profesional de Aurelia Gil desde sus comienzos, cuando tan solo tenía 27 años y dio el salto al universo de las tendencias.

La siguiente en tomar protagonismo fue Marina García, que llevó un vestido liso en tonalidades burdeos, con mangas inspiradas en los kimonos japoneses. Y así, con una ambientación acústica muy acorde para la ocasión, las modelos fueron tomando relevo. Amarillos, lavandas, púrpuras, azules pasteles y negros. Una amplia paleta de colores pretendía reflejar las tonalidades presentes en un jardín del país nipón cuando cae la noche y la naturaleza es dueña y señora de la velada. Toda una mezcla de sensaciones unida a la elegancia y sofisticación características de la marca integrada en el programa de Gran Canaria Moda Cálida.

Sin embargo, la gran sorpresa de la noche llegó de la mano de Dácil Mederos. Cuando el público creía que se trataba de la última pieza de la colección, Mederos deleitó a los asistentes con una espectacular coreografía de Anatol Yanowsky, basada en las danzas tradicionales japonesas. Y así, bajo la influencia musical de Ryichi Sakamoto, el desfile puso el punto y final. "La colección ha nacido a raíz de un viaje al país asiático. Todos los puntos de color predominantes en Japón se me impregnaron en la retina, desde los panes de oro, hasta las tonalidades de las flores propias de las ofrendas", confesó la creadora. Gil, que siempre necesita una fuente de inspiración para confeccionar sus colecciones y dar rienda suelta a la imaginación, aseguró que sus ideas despertaron cuando, una noche, estaba paseando por Kyoto. "Visité unos templos en los que había estanques con multitud de vegetación reflejada en ellos. Fue eso lo que me invitó a elaborar Flores nocturnas, que a pesar de ser diferente de las habituales, conserva la naturaleza propia de la firma", comentó con satisfacción.

La diseñadora canaria se mostró muy agradecida con la productora Pop House, que hizo posible el evento conmemorativo, y alabó también la presencia de Noelia López. "Para mí es muy importante que haya venido, porque en pleno proceso de renovación de la firma es importante contar con una modelo más madura, que resalte que la moda no es solo cosa de niños".