Los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Jefatura Superior de Policía en Canarias han solicitado colaboración a la Gendarmería marroquí para determinar si el entrenador teldense de boxeo José Santana, conocido en el mundo pugilístico como Kid Telde, cometió abusos sexuales a menores en el país magrebí, según informaron ayer fuentes cercanas a la investigación, que precisaron que las cuatro denuncias que han practicado exalumnos de Santana, en la que se indica que sufrieron tocamientos, han prescrito debido a que los hechos ocurrieron hace más de diez años.

La Policía Nacional continúa con las pesquisas para certificar si el conocido exboxeador y actual entrenador José Santana cometió abusos sexuales a menores durante la década de los noventa del siglo pasado. En un principio la investigación se centró en las versiones de cuatro exalumnos suyos, que aseguraron que, cuando tenían entre 14 y 18 años, habían sufrido abusos sexuales por parte de Kid Telde, quién, supuestamente, les había realizado tocamientos en sus genitales durante los masajes que les practicaba, según informaron las mismas fuentes.

Sin embargo, ahora los investigadores se centran en conocer si José Santana, que fue detenido el pasado sábado en su vivienda del barrio de San Gregorio en Telde, donde además se realizó un registro en el que se interceptó material informático, cometió este delito en Marruecos, adonde solía acudir con asiduidad después de casarse con una mujer de origen magrebí y convertirse al islam.

Es por ello por lo que los agentes están inspeccionando los archivos que se hallaban en los hardware de almacenamiento de datos informáticos por si en ellos existieran imágenes relacionadas con el delito que se le acusa. Asimismo, se ha pedido la colaboración de la Gendarmería marroquí para confirmar si José Santana pudo abusar de niños marroquíes.

En lo que se refiere a los hechos que han sido denunciados en la Jefatura Superior de Policía, estos ya han prescrito, según confirmaron las mismas fuentes consultadas, debido a que ocurrieron hace más de una década.

Según la declaración de las presuntas víctimas, Kid Telde se valía de su condición de entrenador para, cuando les realizaba masajes, aprovecharse y realizarles tocamientos en los genitales.

Para comprobar tales afirmaciones, durante los últimos días han pasado numerosas personas relacionadas con el mundo del boxeo durante los años en los que supuestamente tuvieron lugar los abusos sexuales. Uno de ellos, Pedro Miranda, el primer y único canario que ha sido campeón de Europa de este deporte, pasó por las dependencias policiales el pasado viernes y durante su declaración, que duró una media hora, negó en todo momento conocer algún tipo de abuso realizados por parte de Santana, con quien ha trabajado durante los últimos 25 años. También durante ese día el expúgil Alejandro Monzón aseguró a la Policía que fue entrenado por Kid Telde desde que tenía 13 años -a mitad de los años 90- y hasta los 26, y que nunca sufrió ningún tipo de abusos ni tampoco vio nada extraño en el comportamiento del entrenador teldense.

En el día de ayer quién acudió a la Supercomisaría de la capital grancanaria fue Rafael Marrero Castellano, conocido en el mundo del boxeo como Feluco, que estuvo aproximadamente cinco horas respondiendo al cuestionario al que fue sometido. Feluco señaló que durante la relación laboral que mantuvo con el acusado el funcionamiento del gimnasio del polideportivo Juan Carlos Hernández de Jinámar "iba a la perfección, no vi nunca nada extraño, la conducta de José Santana siempre fue intachable", apuntó ayer.

Incredulidad en San Gregorio

En el número 8 del Callejón del Marino del barrio teldense de San Gregorio vive Kid Telde. A última hora de la mañana del pasado sábado se desplazaron allí agentes de la Policía Nacional y miembro del juzgado encargado de la investigación, que durante unas cinco horas realizaron el registro de la vivienda y se hicieron con material informático. Los vecinos que conocen al entrenador de boxeo José Santana mostraron ayer su incredulidad por los hechos que se le acusa. "Lo conozco de toda la vida y no me lo creo", dijo uno de ellos.