Una estudiante de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria fue hallada muerta en la tarde de hoy como consecuencia de un golpe violento en la cabeza. La Policía Nacional realizaba esta tarde indagaciones en la zona para tratar de localizar al autor. La joven, de unos 20 años de edad, fue encontrada por su compañera de piso en medio de un charco de sangre. El suceso tuvo lugar sobre las cinco de la tarde en el piso compartido en el que ambas residían, situado en la segunda planta de la calle Pérez del Toro de la capital grancanaria.
Recibió un golpe que le propició casi al momento la muerte. A la espera de los resultados de la autopsia y de comprobar si tenía más lesiones, la estudiante sufrió un impacto con un objeto contundente del que no pudo recuperarse.
Al cierre de la edición sigue sin detenerse al autor del supuesto homicidio, y se desconoce las causas que rodean a este suceso, aunque las investigaciones se centran en un supuesto homicidio, dadas la forma en la apareció muerta la fallecida.
El hallazgo del cuerpo sin vida de la universitaria se produjo en torno a las 17 horas y en ese momento la chica que convivía con ella telefoneó a los servicios de emergencia sanitaria, que solo pudieron certificar el fallecimiento de la muchacha.
Según los primeros datos recabados por este periódico, el piso solo era compartido por ambas estudiantes. Y se encuentra en la segunda planta de la calle Pérez del Toro, frente a los aparcamientos Santa Teresita, muy próximos también a la facultad de Humanidades de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
De momento, la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial trataba de encontrar anoche posibles pruebas en el lugar del supuesto asesinato. Y, a su vez, realizaba una inspección ocultar por los alrededores, revisando los contenedores y la vía pública en busca de objetos y restos que pudieran aclarar el caso. Sin embargo, según los vecinos, el servicio de recogida de basura hacía poco tiempo que había limpiado el interior los contenedores, lo que pudo haber dificultado la localización de objetos, en el caso de que hubieran sido arrojados allí. A pesar de todo, se revisaban los depósitos de papeles para su reciclaje y hasta los bajos de los coches aparcados en esta zona, usando para ellos linternas, debido a la falta de luz.
El caso se encuentra bajo secreto de sumario en el juzgado número 7 de la capital grancanaria, que se encontraba ayer de guardia, haciéndose cargo su titular Javier García García-Sotoca.
