Una pesa de gimnasio y altas dosis de ira. Estos son dos de los ingredientes principales del sangriento suceso que ayer conmocionó la capital del Principado de Asturias, Oviedo, después de que un hombre golpeara hasta la muerte a su pareja en el piso que ambos compartían en la primera planta del número siete de la calle General Zuvillaga, pared con pared con la oficina del Servicio Público de Empleo. Se trata del primer asesinato que se produce en la ciudad en lo que va de año y el tercero en la región relacionado con la violencia de género.

El cadáver de María Isabel Márquez Uría, natural de Bilbao y de 65 años de edad, fue hallado por la Policía Nacional sobre las 08.30 hora canaria después de que los agentes fuesen alertados por los empleados de una oficina que se encuentra en el mismo piso donde se produjo el crimen.

Los trabajadores dieron la voz de alarma después de hallar en su buzón con una nota manuscrita dejada por el supuesto asesino. En ella explicaba que su pareja estaba muerta, solicitaba que se avisara a la Policía y avisaba de que cuando lo hicieran él también estaría muerto. Las advertencias escritas se confirmaron en cuanto los investigadores accedieron al domicilio gracias a las llaves que dejó el hombre. Allí se encontraron con una macabra escena: el cuerpo de la fallecida sobre la cama, con la cabeza abierta, se supone, por los golpes que recibió con la mancuerna -un aparato gimnástico, formado por una barra de metal y con una o más piezas pesadas en los extremos- . El tenebroso decorado se completaba con abundantes salpicaduras de sangre en las paredes del cuarto.

Además, los investigadores hallaron otras tres notas, escritas por Jorge Portillo Vega, de 51 años y nacido en Barcelona, quien se hacía responsable de la muerte de su pareja y anunciaba su intención de suicidarse.

Sobre las 10.30 horas, el hombre fue detenido en Gijón cuando iba a la Comisaría del Nacional para entregarse tras descartar quitarse la vida. Después, fue trasladado a Oviedo para tomarle declaración en la sede de la Jefatura Superior de Policía de Asturias.

La mujer, que tenía un hijo mayor, fruto de una relación anterior, convivía con su presunto asesino desde hace cinco o seis años. El hombre no contaba con ninguna denuncia previa por malos tratos. Con esta muerte de ayer son seis los fallecidos por violencia machista desde el pasado domingo.