Se trata de uno de los estafadores más refinados o al menos eso es lo que dicen sus víctimas y que van desde China, Nigeria hasta Aruba o los Estados Unidos. Fue detenido por la Interpol. Es Francisco Javier González Álvarez, nacido el 3 de diciembre de 1949 en La Laguna, quien supuestamente volvió a timar a una firma de Puerto Rico. El canario le 'sopló' más de seis millones de euros y la sociedad de Puerto Rico se querelló ante la Audiencia Nacional, motivo por el que agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Venezuela lo detuvieron en el país andino donde vivía cuando se encontraba en Alto Hatillo, municipio de Baruta, estado de Miranda.

Según la Policía venezolana, Francisco Javier González tiene antecedentes por los delitos de apropiación indebida y estafa. Los agentes bolivarianos averiguaron que el supuesto timador frecuentaba un centro asistencial por lo que varios se colocaron estratégicamente durante días hasta que Francisco Javier González hizo acto de presencia. El detenido fue puesto a disposición del Fiscal de Asuntos Internacionales del Ministerio Público de Venezuela, que probablemente lo pondrá en manos del Juzgado Central de Instrucción nº 4 de la Audiencia Nacional.

El arrestado emigró joven al país venezolano donde estudió Economía en la Universidad Central pero nunca finalizó la carrera. En cambio, se hizo marino mercante, piloto de helicópteros y de aviones. El presunto estafador tinerfeño creó en 1994 una empresa como tapadera denominada Armadores y Astilleros Venezolanos C.A. (Arevenca), tal y como se puede ver en el portal www.arevenca.com.ve, donde se presentaba como una empresa familiar propietaria de un complejo de refinerías. Bajo este entramado supuestamente figura un holding de 26 empresas en 10 países que operan refinerías en Venezuela, México, España, Surinam, Aruba, Costa de Marfil y Corea del Sur, líneas aéreas y hasta bancos. Ahora Francisco Javier González se enfrenta, entre otras a dos demandas millonarias. Una de ellas es de la empresa nigeriana Skanga Energy & Marine, que demandó al lagunero por 100 millones de dólares en un tribunal federal de Nueva York.

La otra denuncia millonaria corresponde a dos firmas, Betteroads Asphalt Corp. y Betterecycling Corp., ambas radicadas en Puerto Rico y dedicadas a la producción de asfalto para el mercado de Puerto Rico como en las Islas Vírgenes Norteamericanas. De ser condenado en España podría cumplir una pena de seis años de prisión y otros 23 en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. En la misma denuncia figura su esposa, Míriam Márquez Rojas. Francisco Javier González cobró, supuestamente, por la venta de 100.000 barriles de petróleo que iban a ir destinados a Guyana y Trinidad Tobago. Sin embargo, la mercancía nunca llegó a su destino.

Al parecer, Francisco Javier González Álvarez tiene una denuncia en la isla de Aruba (Antillas Holandesas) paraíso de los deportados de Venezuela, donde fundó la compañía aérea Fly Aruba. La firma quebró en 2012 por no pagar a los suministradores.

No obstante, la estafa más sonada del ejecutivo e intermediario lagunero fue la que llevó a cabo con el grupo chino Avic XAC, el 15 de septiembre de 2011 y que contemplaba un acuerdo por dos trillones de dólares. Lo mismo sucedió con otra empresa nigeriana a la que en 2006 prometió enviar 35.000 toneladas de combustible en su barco Dignitii, a cambio de 64 millones de dólares y nunca llegó al país africano.