Un incendio que obligó a la intervención de un helicóptero arrasó ayer 1,2 hectáreas de aulagas, tarahales y palmeras de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, en Gran Canaria. El fuego, que pudo estar causado por algún residuo abandonado, se propagó rápidamente por el viento, el calor y el ambiente seco. Visible en muchos puntos de la localidad turística, causó alarma entre residentes y visitantes. Por su parte, el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, reclama un mayor control sobre este espacio protegido, donde son frecuentes los conatos.

Las Dunas de Maspalomas vuelven a verse amenazadas. Cerca de las dos de la tarde en este conjunto natural de alto valor ecológico y centro de nidificación de aves se declaró un incendio que calcinó sobre todo matorral, aunque afectó también a alguna palmera de gran porte. Este suceso se suma a la presión humana y urbanística que padece desde hace décadas.

El fuego pudo ser controlado en apenas hora y media. A las 15.39 horas, las llamas estaban apagadas, según el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Brito, pero la visión de la columna de humo a una distancia de varios kilómetros a la redonda y desde la autopista del Sur causó gran impacto.

El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, reconoció que este tipo de incidentes está proliferando más de lo deseable para este espacio protegido, si bien hasta ahora no pasaban de ser conatos. En este caso, el viento se convirtió en un aliado para su rápida expansión, aunque tampoco hacía un calor elevado para lo que suelo ser habitual en este municipio turístico. Y, a diferencia de otros casos anteriores, ayer fue requerida la presencia de un helicóptero, recurriendo a una unidad del Gobierno de Canarias, para evitar su propagación al resto de la vegetación que sobrevive entre el arenal.

A la hora en la que se originó el suceso, la temperatura podía rondar los 25 grados, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet),y las rachas de viento a media tarde alcanzaban los 30 kilómetros por hora.

Juan Manuel Brito evitó ayer pronunciarse sobre las posibles causas que encendieron la mecha. Una brigada especializada se encargará de estudiar las causas sobre el terreno. Pero, todo indica que pudo ser propiciado por algún residuo abandonado. Y es aquí donde el alcalde demanda una mayor protección para esta reserva que abarca 403,9 hectáreas de dunas de arenales, que incluye la Charca de Maspalomas, un área de alto valor ecológico y centro de nidificación de aves.

El regidor recalca que la presencia humana en las Dunas de Maspalomas está limitada a tres senderos, por lo cual la zona afectada debería estar vetada completamente a la presencia humana, si bien la realidad es muy distinta. Eso solo se controla, añade, poniendo mayor vigilancia para evitar el tránsito.

El lugar afectado está a unos 250 metros de la pista que usan los camellos, por lo cual tampoco está en la zona de mayor movimiento.

Un técnico del Cabildo señalaba ayer que el área afectada se halla muy trillada por el paso de personas y se trata de una zona semidesértica, con lo cual la afección puede haber sido menor. De ahí que considere que la regeneración natural pueda ser rápida, ya que quedan semillas en la zona. En cualquier caso, se estima que puede tardar entre cinco y ocho años a que recupere su imagen.

Aunque a la hora y media de su aparición, el fuego había sido controlado, el personal de Medio Ambiente continuó en la zona para lograr la total extinción, el denominado "humo cero". El servicio de intervención se activó a las 14.05 horas, tras un aviso al Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin). A la zona se desplazaron el director de extinción, un agente de Medio Ambiente del Cabildo, así como autobombas y dos equipos presa que actuaron asistidos por un helicóptero del Gobierno de Canarias.

De forma paralela se movilizaron a los bomberos de San Bartolomé de Tirajana, Protección Civil, Policía Nacional, Policía Judicial y Policía Local, empleándose como en otras ocasiones tractores del Ayuntamiento para colaborar en el acceso y en las operaciones para apagar las llamas.

Hábitat

Las Dunas de Maspalomas delimita un sistema natural característico del Archipiélago, el hábitat dunar halófilo, de gran singularidad al no estar representado con estas características en ningún otro lugar de la isla.

La Reserva recibe a especies orníticas que visitan las zonas húmedas de este espacio, y que están protegidas. También abundan las variedades de insectos sabulícolas, algunos de los cuales son endémicos, relacionadas con la fauna africana, que sólo se conocen en este entorno, a pesar de ser un rincón de difícil adaptación por sus características.

Posee además gran interés científico, con elementos geomorfológicos y geológicos de destacado valor. Todo este conjunto, conforma un particular paisaje de gran belleza y singularidad, que sufre con frecuencia las consecuencias de la presencia de la mano humana, tanto de forma directa como indirecta. Y este incendio es uno de los ejemplos, junto a la presión urbanística de esta gran ciudad turística, la más importante de España.

Las Dunas fue declarada por vez primera como espacio protegido en 1987, con la categoría de paraje natural de interés nacional. Pero ya desde 1982 disponía de una protección provisional por el Real Decreto, por el cual se constituyó una Junta o Patronato con la finalidad de proponer y estudiar las medidas necesarias para salvaguardar el espacio y reclasificado por la Ley de Espacios Naturales de Canarias, como reserva natural especial. Y su conservación está en manos del Cabildo de Gran Canaria.

En el exterior de la reserva se ha declarado un área de sensibilidad ecológica, que afecta a un sector en sus flancos oeste y norte, y que abarca todo el campo de golf de Maspalomas, la franja de playa, y una banda mar adentro de unos 200 metros de ancho.

Su condición de Reserva Natural Especial contempla la protección de especies, hábitats, formaciones geológicas o procesos geológicos, y no admite poblaciones ni usos recreativos, salvo casos excepcionales, según su catalogación.