Al menos 23 personas murieron este fin de semana en un incendio en la prisión de Qilinto, a las afueras de Adis Abeba, donde se encuentran encarcelados numerosos presos políticos etíopes. El incendio se originó el sábado en esta cárcel de alta seguridad, donde posteriormente los guardias penitenciarios empezaron a disparar para impedir, supuestamente, que se fugasen. Un total de 21 personas murieron por asfixia o quemaduras, y otros dos fueron tiroteados.