La cadena de incendios que asola Israel se extendió ayer por Galilea y Jerusalén, mientras que la situación empezó controlarse en Haifa, donde algunas de las 80.000 personas que fueron evacuadas han podido volver a sus hogares. Las fuerzas de seguridad e inteligencia continúan las investigaciones para determinar si los incendios han sido intencionados, como, según informó el titular de Seguridad Interna, Guilard Erdán, se ha demostrado sobre el primer fuego. Se trata de una posibilidad que contempla el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para quien el país afronta "una ola de terrorismo incendiario".

"El fuego está controlado. Estamos haciendo batidas de vigilancia con camiones de bomberos", dijo el jefe de bomberos de Haifa, Yitzhak Swisa, en una de las calles del barrio de Ahuza, donde a un lado y a otro se ven casas devoradas por las llamas y reina un silencio sólo roto por el ulular de sirenas de bomberos y ambulancias. En las tareas de extinción han participado 120 camiones y 500 bomberos, muchos de los cuales ahora se pasean por la urbe para sofocar nuevos focos mientras son premiados con pasteles por los vecinos, que agradecen la ayuda recibida.

"Era una visión apocalíptica", declaró a Efe uno de los residentes del vecindario, Rani Kahana, junto a su hijo de 11 años, que describe el avance de la llamas por el Monte Carmelo hacia la urbe como "una película de ficción".

Guarderías, escuelas y geriátricos fueron evacuados en una ciudad que quedó colapsada por el tráfico y donde ahora se percibe un intenso olor a quemado, con grandes partes de tierra calcinada y casi 700 casas dañadas, según cifras proporcionadas por la Alcaldía a los medios.

Los esfuerzos de los equipos de rescate y extinción locales esperan la llegada de cuatro aviones anfibios españoles, que no han podido partir hacia Israel por problemas meteorológicos, y cuentan con apoyo de Turquía, Croacia, Rusia, Italia, Chipre y Grecia, así como ocho dotaciones de bomberos de la Autoridad Nacional Palestina, a los que han ofrecido sus asistencia Jordania y Egipto.

Ante la amenaza que mantiene en vilo al país, Netanyahu aseguró que "no hay ninguna duda de que en algunos casos se trata de incendios provocados" y advirtió de que "cualquiera que intente prender fuego al Estado de Israel será duramente castigado". Israel teme que se trate de una "ola de terrorismo incendiario", dijo.

Por el momento, la Policía del país ha detenido a doce personas "en relación con la cadena de incendios", según un comunicado, y la prensa local informó de que también ha sido arrestado un miembro del Movimiento Islámico por incitación al fuego en la red social Facebook.