"Los familiares y amigos de Jhonatan hemos decidido despedirlo de blanco porque era un ángel", comenta durante el sepelio este jueves Johanna Gutiérrez, tía del joven que falleció el lunes a consecuencia de los golpes que sufrió tras la Cabalgata del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria.

Entre sollozos y lamentos transcurrió el entierro de Jhonatan Orozco Calderón en el cementerio de San Lázaro de la capital grancanaria. Sus allegados decidieron retrasar el acto hasta la llegada de su madre desde Barranquilla, Colombia, en la tarde del miércoles.

El ambiente de tragedia se palpaba en todo momento, no obstante, el joven de 22 años murió el pasado lunes en casa de su tía tras recibir una paliza en las inmediaciones del Parque de Santa Catalina el pasado domingo de madrugada tras los mogollones del Carnaval.

Muchos de los asistentes al sepelio pidieron justicia y explicaciones a los hechos acaecidos, al fin y al cabo, el chico ha muerto en unas circunstancias muy extrañas. Dos jóvenes han sido detenidos como presuntos autores de los golpes que recibió el fallecido. Jhonathan fue dado de alta el domingo a mediodía, tras recibir una serie de curas en las heridas provocadas por la paliza de la que fue víctima.

Fueron muchos jóvenes, amigos del fallecido, los que quisieron despedirlo. Además, asistieron también numerosos miembros de la comunidad colombiana en la ciudad. Por otro lado, tal y como la familia dictó, la mayoría de estos acudieron con ropas blancas, una manera particular de honrarlo tras su trágica muerte. Además, durante la custodia del féretro, desde el coche fúnebre hasta el nicho, la familia decidió poner música para despedir a Jhonatan.