"Los familiares y amigos de Jhonatan hemos decidido despedirlo de blanco en honor a ese ángel que se nos marcha para siempre" comenta Johanna Gutiérrez, tía del joven Jhonatan Orozco Calderón, quien falleció el pasado lunes tras recibir una paliza en el Parque de Santa Catalina en la madrugada del domingo. Había salido a la Cabalgata del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria.

Bajo un sol inusualmente abrasador para ser el mes de marzo, entre sollozos y silencios transcurrió el entierro del joven en el cementerio de San Lázaro de la capital grancanaria. Sus allegados decidieron retrasar el acto hasta la llegada de su madre desde Barranquilla, Colombia, el miércoles por la tarde. El ambiente de tragedia se palpaba en todo momento, pese a las notas de música latina que no pararon de sonar.

Muchos de los asistentes pidieron justicia y explicaciones a los hechos acaecidos, al fin y al cabo, la autopsia ya ha revelado que murió por culpa de los golpes que recibió en la cabeza y otras partes del cuerpo. Entre ellos está Reginaldo Sippi Sánchez, amigo de Jhonatan desde que llegó a Canarias con solo cinco años. "La familia no quiere dinero, lo que quiere es justicia, que los culpables paguen con cárcel el asesinato que han cometido", declara Sippi. Asimismo, recalca que "no puede ser que la opinión pública dé más importancia a la polémica provocada por la Gala Drag que a la dramática muerte de una persona".

Este vecino de Escaleritas se encuentra totalmente indignado ante un caso que ha dejado conmocionado a todo su entorno. "Llegué incluso a conocer a su abuela, quien ya murió", explica Sippi y añade a continuación que era un chico muy apreciado porque "era un buen amigo". Como él, son tantos otros los amigos del joven fallecido que han mostrado su rechazo a lo ocurrido y piden explicaciones y justicia a todas las partes implicadas, tanto a los dos imputados como a las autoridades médicas que dieron el alta al joven el pasado domingo.

Durante la despedida de Jhonatan, tal y como la familia dictó, la mayoría de los numerosos asistentes acudieron con ropas blancas, una manera particular de honrarle tras su trágica muerte. El entierro transcurrió entre los llantos de las personas más cercanas a la familia. Bajo un solemne silencio, los conocidos del joven entraron al cementerio en procesión custodiando el coche que trasladaba su cuerpo. Además, en varios momentos del sepelio la familia puso música latin, la que a él le gustaba, para despedirlo. Mientras, algunos de los conocidos del chico gritaron "adiós, papi" despidiéndole cariñosamente.

Al entierro acudieron numerosas personas para arropar las despedida de un amigo, sobrino e hijo muy querido. Entre ellos había una gran cantidad de jóvenes que quisieron entregarle ramos de rosas rojas y gerberas blancas, entre otras clases de flores. Los chicos quisieron hacer un emotivo adiós a ese amigo tan querido, que, por desgracia, les ha dejado en trágicas circunstancias. Además, también fueron a San Lázaro numerosos miembros de nacionalidad colombiana residentes en Gran Canaria. No obstante, dicha comunidad ha respaldado a la familia de Orozco desde el principio, moviendo la noticia en las redes sociales y mostrando su pesar por lo ocurrido.

Durante el sepelio se produjeron distintos momentos de dolor e incluso tensión. Los lamentos por parte de sus seres más queridos fueron continuos. Depositar un ramo sobre la tumba del chico se convertía en un auténtica odisea ante el centenar de personas agolpadas alrededor.

La familia más próxima se halla todavía conmocionada tras haber encontrado a Jhonatan sin vida en la cama después obtener el alta médica en las horas previas. Junto con sus amigos lo que desean ahora es que se esclarezca lo ocurrido.

Cabe recordar que la Policía Nacional arrestó el mismo domingo de madrugada a los jóvenes que corresponden a las iniciales de F. B. y J. C. M., de 24 años y nacionalidad italiana el primero, y de 29 años y canario el segundo. Ambos fueron puestos en libertad con cargos de lesiones y homicidio imprudente, tras comparecer ante el titular del juzgado de guardia de la capital grancanaria.