Un niño de siete años, canario, acabó el último día de ayer de vacaciones escolares con motivo de la Semana Santa en un quirófano del Hospital Materno Infantil, en la capital grancanaria, en vez de hacerlo donde se encontraba, en la localidad turística de Puerto Rico, en el término municipal de Mogán.

El menor sufrió heridas de carácter grave como consecuencia de varios cortes en diferentes partes del cuerpo, especialmente en la garganta y en la pierna izquierda, después de que se le cayera encima la puerta de cristal de un bungaló sobre la que se apoyó, según el relato de su madre. Los hechos ocurrieron pasadas las cuatro de la tarde en un alojamiento de la avenida Fuerteventura de Puerto Rico.

Tras la llamada de alerta al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112, una ambulancia medicalizada del Servicio de Urgencias Canario (SUC) se trasladó al lugar. Tras una primera valoración del médico de las heridas, se solicitó un helicóptero del SUC para su traslado al centro hospitalario.

Mientras tanto, los Bomberos del Consorcio, del parque de Puerto Rico, siguiendo las instrucciones recibidas, fueron a la rotonda principal de Amadores, también en Mogán, delante de la playa, para prepararlo como lugar de aterrizaje y despegue de la aeronave, y tomar medidas de forma preventiva.

Agentes de la Policía Local también se desplazaron a Amadores y regularon el tráfico en esta zona de entrada y salida a la playa. Miembros de Cruz Roja también colaboraron en este servicio.

La ambulancia del SUC llevó al niño hasta la rotonda y se le preparó para su traslado en el helicóptero. El menor presentaba, en una primera valoración, un corte en la zona de la garganta, a pocos centímetros de la vena yugular. También, tenía cortes en la rodilla izquierda y a la altura de la tibia y peroné de la misma pierna izquierda.

El helicóptero del SUC trasladó al accidentado hasta la helisuperficie del Hospital Insular de Gran Canaria, y de allí fue llevado a un quirófano del Materno Infantil. Los familiares fueron directos en sus vehículos particulares a dicho hospital capitalino.

El menor se mostró en Amadores," orientado y consciente. Eso sí, no estaba contento con subirse a un helicóptero porque le dan miedo las alturas", aseguró un testigo, que agregó que, sin embargo, "siempre se comportó como un campeón y tranquilo".