La Guardia Civil del puesto principal de Santa María de Guía detuvo el pasado 17 de julio a una persona, que responde a las iniciales I. D. S., de 26 años y nacionalidad española, como supuesto autor de un delito continuado de robos con fuerza en las cosas en un mismo comercio del barrio costero de El Altillo, en el municipio grancanario de Moya.

La investigación se inició el 10 de mayo cuando el propietario del negocio denunció que había sido víctima de un robo, que se había cometido durante la madrugada anterior. El autor del mismo accedió al establecimiento después de romper parte de una puerta. Ya en el interior sustrajo la caja registradora con su correspondiente recaudación.

Las primeras pesquisas determinaron que la persona que había cometido el delito tenía el perfil de haber actuado solo, tenía conocimiento del lugar y lo había realizado con gran rapidez, según informó la Comandancia de Las Palmas ayer en un comunicado.

Los robos se repitieron en dos nuevas ocasiones durante el mes de julio. Así, los investigadores visualizaron las imágenes registradas por las cámaras de seguridades. Las gestiones realizadas por los agentes del área de investigación del citado puesto principal, junto con la colaboración ciudadana, dieron como resultado nuevos indicios que apuntaban a un único autor, vecino de la zona y con un amplio historial delictivo.

Con todos los datos recabados, la Guardia Civil arrestó finalmente a I. D. S. el pasado 17 de julio como presunto autor de los tres robos con fuerza en el comercio de El Altillo, consiguiendo además recuperar las dos cajas registradoras robadas, aunque no el importe en efectivo, después de que el propio autor las entregara tras reconocer los hechos.

El modus operandi del detenido consistía en ejecutar los robos con rapidez, centrándose únicamente en las cajas registradoras y el dinero que estas contenían. A ello se unía su conocimiento del terreno pues era residente de la zona. Para evitar ser identificado, tomaba todas las precauciones posibles, como la utilización de ropa larga, ocultación del rostro y uso de guantes para no dejar huellas. A pesar de sus intentos, los agentes consiguieron identificarlo.