Un hombre de 53 años ha sido detenido por la policía alemana como sospechoso de haber envenenado tarros de comida para bebés y de haber amenazado con contaminar más productos en distintos supermercados si no recibía millones de euros.

En rueda de prensa conjunta, el fiscal de Ravensburg, Alexander Boger, y el vicepresidente de la Policía de Constanza, Uwe Stuermer, confirmaron ayer que las sospechas sobre el hombre, arrestado el viernes, se han reforzado con análisis de ADN y de pruebas recogidas en su domicilio, informa Efe.

En la casa del detenido, un alemán que presentó en el pasado problemas psicológicos, se hallaron restos de etilenglicol, el compuesto químico incoloro y ligeramente dulce que se utilizó para contaminar los tarros de comida.

Se llegó al hombre gracias a las pistas de los ciudadanos, después de que las autoridades hicieran público el pasado jueves el chantaje a los supermercados y difundieran la imagen que habían captado del sospechoso las cámaras de seguridad de una tienda.

Tras activarse la alerta, alrededor de 2.000 personas se pusieron en contacto con la policía, que había advertido de la gravedad del caso y había señalado que se tomaba la amenaza "muy en serio".

La policía analizó alrededor de 300 pistas y acabó deteniendo al sospechoso en la tarde del viernes cerca de la ciudad de Tubinga. El hombre guarda silencio ante los investigadores y la Fiscalía ha solicitado para él una orden de prisión provisional bajo la acusación de intento de extorsión, a la espera de comprobar si debe ser también inculpado de intento de asesinato.

El hombre envió mensajes de chantaje a las principales cadenas de supermercados y droguerías alemanas en los que advertía de que, si no se le pagaban varios millones de euros, colocaría en filiales de todo el país productos envenenados. Para demostrar la seriedad de su amenaza, había repartido ya cinco botes de comida de bebés contaminados en tiendas de la ciudad de Friedrichshafen (suroeste) e indicó dónde lo había hecho, por lo que la policía pudo retirarlos de la circulación.

De uno de los tarros incautados se pudo conseguir una muestra de ADN que relaciona al detenido con los hechos, señaló la policía, que analiza también un ordenador portátil hallado en un contenedor.