Día negro el de ayer en las costas del Archipiélago. Tres personas fallecieron y otras dos se encuentran en estado grave por ahogamiento en Gran Canaria y Fuerteventura. Las víctimas son un vecino de Gáldar, que cayó al mar cuando pescaba en el litoral de Sardina del Norte, y dos turistas de origen alemán que perdieron la vida cuando se bañaban en las playas de Las Burras y Costa Calma. En lo que llevamos de año han perecido en el litoral canario un total de 80 personas, ocho más que en todo 2016, según datos recogidos por la iniciativa Canarias, 1.500 kilómetros de costa promovida por el periodista Santiago Quintana.

El primer suceso se produjo sobre las 10.24 horas en el noroeste grancanario. Dos jóvenes que trabajan en un invernadero cercano vieron flotar el cadáver de Domingo Tacoronte Mederos, de 67 años y vecino del barrio galdense de Nido Cuervo, que se había caído al mar cuando practicaba la pesca en la zona conocida como Camino del Sobradillo, en las inmediaciones del faro de Sardina.

Los propios testigos fueron quienes alertaron al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 de que una persona estaba en el mar sin responder a estímulos. Mientras los recursos llegaban al lugar, los trabajadores bajaron hasta la costa y se encargaron de recuperar el cadáver, que fue situado ya en tierra a la espera de que se llevara a cabo su traslado.

Al lugar, de difícil acceso y en el que se encontraban todos los bártulos de Domingo Tacoronte para la práctica de la pesca, se desplazaron bomberos del Consorcio del parque de Gáldar, Policía Local y Guardia Civil, aunque sólo pudo acercarse el helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno de Canarias, cuya tripulación, en colaboración con los dos jóvenes, procedió a izar el cadáver. La aeronave trasladó el cuerpo hasta la helisuperficie de Gáldar, donde se produjo el levantamiento del cadáver.

La Policía Judicial de la Guardia Civil se encarga ahora de la investigación para determinar si la víctima falleció ahogada o si, en cambio, cayó al mar después de sufrir algún tipo de síncope. La autopsia que se le realizará en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria determinará las causas de la muerte.

Este óbito se produce sólo diez días después de que un ciudadano de nacionalidad rumana falleciera al precipitarse al mar cuando pescaba en la zona de Punta Ramírez, en el también municipio norteño de Arucas. En lo que va de año, un total de ocho pescadores han fallecido en las costas canarias, uno más que el año pasado, según la iniciativa Canarias, 1.500 kilómetros de costa.

A las 13.50 ocurrió el segundo de los fallecimientos en el litoral canario. En esta ocasión, un turista teutón de 72 años perdió la vida en la playa de Costa Calma. Al lugar acudieron el SUC, con una ambulancia medicalizada y otra de soporte vital básico, así como Policía Local y Guardia Civil. El fallecido había sido sacado del agua ya en parada cardiorrespiratoria. Cuando los sanitarios se presentaron en Costa Calma únicamente pudieron certificar su defunción.

El tercero de los casos se produjo sobre las cinco y cuarto de la tarde en el sur de Gran Canaria. Los socorristas de Cruz Roja se disponían a recoger el puesto cuando observaron cómo tres personas se encontraban en apuros en Las Burras. De inmediato procedieron a rescatar a los bañistas, constatando que uno de ellos estaba flotando ya en parada cardiorrespiratoria. Así, una vez en tierra, comenzaron las tareas de reanimación, que después continuaron los miembros de una ambulancia medicalizada del SUC. Sin embargo, finalmente se confirmó el fallecimiento del ahogado, un turista germano de 86 que pasaba las vacaciones junto a su mujer en un hotel de San Agustín. La Policía Nacional instruyó las diligencias. Se da la circunstancia de que el lunes un hombre de 90 años y también de nacionalidad germana fue rescatado en esta playa por un agente de este cuerpo de seguridad.

Las fuertes corrientes presentes ayer en el sur de las Islas provocaron que fueran rescatados otros dos bañistas. Uno de ellos, de 80 años, fue recuperado de una parada cardiorrespiratoria en la playa moganera de Puerto Rico y su estado es grave, mientras que el otro, también alemán y de 67 años, sufrió un ahogamiento incompleto en la playa de Esquinzo, en el municipio majorero de Pájara.