Hermanitas fue una banda que en su corta existencia y con dos discos publicados Hermanitas (Ruin Records, 1995) y Happy (RM Records, 1997), marcó territorio con un puñado de canciones cuya huella perdura y resiste al paso del tiempo. El que las buenas canciones no envejecen es aquí una realidad, y la etiqueta de banda revelación que le vino al proyecto impulsado por los hermanos Alejandro y Carlos Ramos, no era gratuita.
Alejandro Ramos ha vuelto al estudio tras aquel episodio sónoro que dejó gemas como Send me a postcard, del primer disco. Y lo hace por la obligación que llega a cualquier músico y productor que decide desmarcarse de estos roles en favor de otros proyectos ligados a lo musical. Desde Hermanitas, poca música había licenciado Alejandro Ramos debido a la acertada fijación en los últimos años en oxigenar la memoria y publicar varios libros ligados a la industria musical y videográfica en las Islas, en la que él tuvo mucho que ver como productor discográfico y realizador de vídeo. Los volúmenes de la discografia canaria del siglo XX y XXI, la historia del videoclip en las Islas a partir de su propio trabajo, y la biografía de Canarios, habían aparcado la costura musical en favor de la literaria, hasta que hace unas semanas se publicaba el Ep Ejercicios Espirituales (RM Records, 2015).
Ramos es aquí Superalejandrito, un guiño al pasado que retroalimenta el presente y alumbra otros horizontes. Y el disco, revestido de cinco canciones y múltiples colaboraciones, "nace por necesidad", revela el autor. "Había nostalgia y necesidad creativa tras años sin hacerlo, sobre todo porque tengo un montón de canciones en la cabeza, y afronté este disco como un pequeño punto de partida, y en la práctica es una doble prueba, hacia el público y hacia mí".
Sin que fuera un producto preconcebido, los temas se fueron armando a fuego lento con un concepto musical que hurga en la semilla de Hermanitas. "Hay folk, electrónica, tecno,..., y no existía plan alguno, sino sacar el Ep", sostiene Alejandro Ramos al hablar de temas como Heaven (en maridaje con Mariano Gracia, grabado y mezclado en This Grace Studios), El Banjo (con Mariano Gracia, en This Grace Studios, e incluída en la banda sonora del cortometraje El Banjo, de Félix Sabroso y Dunia Ayaso; Living in a Dream (grabación y mezclas de Yves de Souza-Pinto, en Hormiguero Parriba (Portishead), Save me (grabado por Alejandro Ramos en Yamaha Marble, con Carlos Ramos, e incluída en el largometraje documental The mistery of the King of Kinema, de Elio Quiroga); y Hearbeat (grabado y mezclado por José J. Martín en La Laguna-Estrategia Pencherjevsky).
El disco se defiende a guitarra acústica y voz porque el autor así lo prefiere. Cara a cara ante el público y sin artificios ni bases. "No soy carne de escenario y no me apetece montar banda alguna para rodar el proyecto en directo".
