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CONTRA LOS PUENTES LEVADIZOS

El futuro es fabuloso

Uniesfera situada en el parque Flushing Meadows-Corona en Nueva York. LA PROVINCIA / DLP

Decía Alejo Carpentier que "todo futuro es fabuloso". Y de eso, del futuro y de lo fabuloso (y tenebroso, a veces) que puede llegar a ser, trata el libro de Miquel Barceló Ciencia ficción: Nueva guía de lectura (Ediciones B), a pesar del que el autor, a la sazón director de las colecciones de ciencia ficción y fantasía de Nova, se empeñe en desalentar a los nuevos creyentes asegurando en la introducción que "mucha de la ciencia ficción es irrelevante e incluso podría ser etiquetada de basura. Tal vez ello sea un efecto directo de la capacidad media de la especie humana o simplemente una muestra de la indolencia general". No sé qué bicho le ha picado a Barceló, pero 25 años después de su primera guía, publicada en 1990, esperábamos (yo al menos) más entusiasmo por su parte.

No creo que haga falta decir que otros géneros, como la novela negra, también fueron en algún momento de su historia, una literatura menor, para luego elevarse en los últimos años, y en algunos casos (James Ellroy, Henning Mankell, Pierre Lamaitre), a la categoría de novelas de culto. Pero al contrario que la novela negra, cuya capacidad imaginativa está estrictamente limitada a la experiencia de nuestro mundo, la ciencia ficción puede establecer contacto con mundos muy diferentes al nuestro. No conviene cometer el error (yo lo cometí) de leer Hyperion de Dan Simmons, Criptonomicón de Neal Stephenson y clásicos como la Trilogía de la Fundación de Isaac Asimov y Dune de Frank Herbert de un plumazo, como si fuese novela negra.

Por eso es bueno tener a mano la guía de Barceló, donde el autor catalán, aparte de su pesimismo extremo, nos brinda una inmejorable panorámica del género creado por Hugo Gernsback a principios del siglo XX, de su evolución histórica, de sus temas recurrentes (viajes en el tiempo, robots, inteligencia artificial) y, sobre todo, un lista comentada con más de 100 títulos imprescindibles (Crónicas marcianas, Un mundo feliz, Solaris, El fin de la infancia, El hombre del castillo, La naranja mecánica, La mano izquierda de la oscuridad), que vienen a contradecir el tantas veces citado apotegma de Ben Hecht según el cual las novelas de ciencia ficción "son uno de los malos hábitos que han corrompido nuestro futuro".

En la guía de Barceló echo en falta un libro que se ha ganado el derecho a estar junto a Un mundo feliz de Aldous Huxley, y es La balsa de piedra de José Saramago, en el que el autor portugués imagina a la Península Ibérica desprendiéndose de Europa e iniciando un viaje hacia el sur, buscando una salida a la crisis: "Sabido es que todo efecto tiene su causa [...] lo que mucho me gustaría saber es cómo será este mundo cuando ya no haya hombres y los efectos que sólo ellos causan, lo mejor es no pensar en tal inmensidad, que da vértigo, ahora bien, bastará que sobrevivan unos animalillos, unos insectos, y habrá mundos, el de la hormiga, el de la cigarra, no abrirán cortinas, no se mirarán en un espejo, qué más da eso, al fin y al cabo la única gran verdad es que el mundo no puedo morir". El mundo no puede morir porque el futuro es fabuloso.

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