Sólo al autor de Bardín el superrealista o Las aventuras del Peter Punk podría maquinar que fuera una urraca desgarbada y charlatana la fuente de inspiración de todos los autores de ficciones desde el principio de los tiempos y reflejarlos en unas historietas siempre brillantes e inteligentes. Lo cierto es que Max incluye en estas páginas, la mayoría de ellas publicadas en El País Semanal, un agudo ensayo sobre las mecánicas de la ficción. Al igual que en Paseo astral , Vapor o Conversaciones de sombras en la villa de los papiros, el autor sabe manejar con humor dos universos antagónicos y mezclarlos con talentos. Así La Iliada, La Odisea, Moby Dick o El Quijote conviven con el cine, la series de televisión y el cómic. Pero lo mejor es que ningún capítulo deja indiferente. Todo un tratado de filosofía.
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