Metal sobre metal. Pulso analógico como un martillo que golpea sin pausa ni perdón, en lo lírico y lo musical. Metal subterráneo que rehuye de las bondades que brinda la tecnología en favor de los patrones clásicos del género. La banda grancanaria Underground Kombustible estrena disco, Cuaderno de Bitácora, una segunda referencia en la historia de cuatro amigos que armaron el grupo en 2009, pero que en la práctica se antoja como el disco de debut. Esta hoja de ruta musical es la que ha marcado sus vidas en los últimos años, en lo personal y lo musical, con una actitud inalterable, fieles a la convicción de hacer la música con la que crecieron.
Cuaderno de Bitácora reúne una decena de temas que reverencian las formas de un rock pesado, una suerte de crossover/metal, en palabras de la banda, que mira hacia atrás para coger impulso y marcar el territorio a golpe de contundentes riffs. Tono, guitarra y voz; Eduardo, guitarra y coros; P. Matos, bajo y coros; y Braulio, batería y percusión, son los cuatro músicos que se refugian en Underground Kombustible. Un trabajo autoeditado que hace honor al estilo que predican los grancanarios, grabado y producido por la banda en su propio estudio, con mezclas de Daniel Melian y Jose Garrido, en N.L. Studios, en Madrid, y masterizado por Mika Jussila en Finnvox Studios, en Helsinki (Finlandia).
El disco, que cuenta con colaboraciones de Giovanni Caso (Hdc' Canarias) y Gabri (Heather Brooke) llega en 2015 tras dos años de trabajo, y se presenta mañana sábado en la capital grancanaria en Mojo Club, en la programación del 10º Festival de Músicas Alternativas de Canarias (Fmac).
Dice el grupo que el credo musical que les mantiene unidos y en activo desde los años de instituto como "cuarteto inquebrantable", es "la sensación de estar bajo tierra, manipulando sonidos inflamables que arden con facilidad, causando una especie de combustión sonora". Pero más allá de esta declaración de intenciones que sitúa el espacio y sonido en el que se mueve el grupo, aflora una actitud y forma de entender este negocio. "Tenemos un mensaje con letras contundentes, de queja, y musicalmente podremos gustar más o menos, pero nuestro sitio es el directo. Lo que tenemos claro es que no estamos en esto ni para hacernos ricos ni para ver cumplido el sueño idílico de meter 30.000 personas en un estadio", reflexiona Tono, voz y guitarra.
"Nacimos con esta música y no hay otra opción", sentencia Braulio, el batería que marca el paso de Underground Kombustible. "Y aunque escuchamos otras cosas, otros estilos, nos identificamos con esto desde los 15 años. No hemos perdido el norte, ni nos quedamos con AC/DC o Anthrax, pero seguimos a Soulfly, Metallica, Sepultura, Pantera, Machine Head, es un crossover de lo de lo viejo y lo nuevo y nunca pensamos en hacer nu metal o metal core". Confianza ciega en el proyecto, porque como resume Braulio, "creo que esto puede funcionar porque somos diferentes, porque nos creemos lo que hacemos".
Este Cuaderno de Bitácora deja atrás los comienzos de estos músicos que se forjaron en proyectos como Demencia, Kalibre Kalavera o Fobia Urbana. Un cambio de ciclo que pasa página a lo que fue su primer trabajo, la demo Más fuerte más duro, de 2010, que les permitió recorrer todos los escenarios posibles en Canarias y dar el salto a la Península, a Madrid y Barcelona. "En dos años hicimos aquí unos 50 conciertos en una época en la que no te dejaban, no te abrían las puertas a las bandas de metal", recuerda Tono.
El tema que da título al disco, Cuaderno de Bitácora es la puerta hacia un viaje sonoro de fuertes emociones en compañía de estos cuatro jinetes del metal, con sacudidas de vértigo del calibre de Soy lo que soy, Escuela de buitres, Peladero de chivos, Golpéale, Cicatrices en mis manos, Zape!, Manduka, Rat Race y Vendetta.
