El carril bici y peatonal propuesto por el colectivo ecologista Turcón ya tiene quien lo redacte. La empresa consultora GIPIC se ha puesto manos a la obra y ha integrado la idea planteada por José Manuel Espiño Meilán, presidente de honor del colectivo ecologista, en un proyecto que se plantea como grandes retos la integración en este paseo de senderismo y cicloturismo entre las playas de La Laja y Bocabarranco de la central térmica de Endesa y las tres desaladoras ubicadas en esta zona del litoral.
El proyecto, al que se le calcula un plazo de redacción de un año, propone un carril bici y peatonal de una longitud aproximada de 3,2 kilómetros y una superficie de ocupación total de 11.920 metros cuadrados y que separará este nuevo espacio de ocio ciudadano de la autopista GC-1 con elementos de contención y una pantalla vegetal que lo aislará del ruido y el tráfico. El coste previsto es de 3,4 millones de euros, un presupuesto que se pretende sufrague en su momento las administraciones públicas, entre ellas los ayuntamientos de Telde y Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo insular.
De hecho, se han dado los pasos para la constitución de una alianza ciudadana para demandar a las instituciones su apoyo a este carril de uso ciclista y peatonal al considerar sus defensores que supondrá no solo un espacio de ocio y salud para la ciudadanía, sino que también reportará beneficios a la economía local y al turismo. La patronal de la bicicleta, Turcón o Femepa ya han manifestado y firmado su apoyo a esta iniciativa e iniciarán una campaña de recogida de firmas por toda Gran Canaria para que se conozcan las bondades de este paseo por el litoral de los municipios más poblados.
El carril tendrá un pavimento de hormigón pigmentado y tarimas y contará, además con servicios de drenaje, riego, electricidad y alumbrado. Se tiene previsto, asimismo, construir una rampa de 300 metros de longitud para superar el principal obstáculo del trayecto, que pasaría por unos terrenos que son de propiedad privada.
El proyecto que redacta Gipic se divide en seis secciones, en la que se se describen las localizaciones de cada tramo, su tipo y sus dimensiones. Así, en dirección norte hacia el sur y siempre en paralelo a la GC-1, se contempla el inicio del carril desde La Laja-Marfea hasta pasar la potabilizadora y desde allí se produce el descenso a la playa de La Gaviota para posteriormente continuar sobre una pista de tierra que llega a Peña de Medio Mundo y al espacio natural de Jinámar y la playa.
Según los integrantes de la consultora responsables de su redacción, los ingenieros Julio Rodríguez Márquez, Miguel Morales González y Laura Poveda, el delineante Carlos Campos y la auxiliar técnico Carolina Santana, el proyecto "solventa las carencias en materia de movilidad, tanto peatonal como ciclista, que se suceden en la conexión entre la playa de La Laja y la zona costera de Jinámar y los equipamientos atractores más próximos".
Asimismo, consideran que el proyecto "encuentra aún más valor con las conexiones existentes y previstas hacia el casco urbano de Telde" y se basa en la ampliación de la plataforma y aprovechamiento de la misma, "toda vez que en los puntos en los que el espacio es reducido se han buscado soluciones alternativas".
