La sardina acabada espera frente al despacho de la directora como si tuviera cuentas que rendir. En otro edificio cercano, aguardan los papagüevos del Herbalife deseando salir a jugar el partido más divertido de la historia. Las guaguas de la UD Las Palmas comprueban que el combustible está lleno para hoy recorrer las calles de Telde. Los barcos de vela ya empiezan a dejarse llevar por el viento, y la música, en la hora del recreo del colegio León y Castillo, anuncia que "estamos en Carnaval, y no lo pienses más, ponte tu mejor disfraz porque estamos en Carnaval". Todo casi listo y sólo queda terminar los últimos detalles.
Durante la mañana de ayer, desde los más pequeños de Primaria hasta los profesores no pararon de cantar y bailar al ritmo de la famosa canción que se repetía una y otra vez, por súplica popular, a través de los altavoces encajados en un carro que los acompañará hoy en su recorrido carnavalero desde el centro, en Picachos, hasta la plaza de San Gregorio. Las pancartas que vestían las paredes, y que hoy sacarán, invitan a vivir el Carnaval y a hacerlo de una manera saludable.
Tiempo libre
Los alumnos, eufóricos, dejaban caer su ilusión en cada uno de los rincones. Unos con los carteles ya terminados, otros con el control para que no falte nada y, entre todos, con la ayuda de profesores y padres, las perfecciones finales para el gran día que llevan esperando más de dos meses de trabajo duro.
Desde entonces, el evento se ha convertido en el día a día del colectivo, que no ha dejado de esforzarse para que todo salga de la mejor manera posible. "Padres, profesores, instituciones y empresas nos han ayudado enormemente con el proyecto. Sin ellos no hubiera sido posible", asegura Benito Galván, docente del centro y propulsor de la iniciativa. "Han usado su tiempo libre para hacerlo, y han pasado aquí mañanas, tardes y noches, incluso llevando trabajo a casa", completa.
Con la idea de "insistir en inculcar a la ciudadanía la práctica de deporte", se han dejado alma, cuerpo y la mayor de las ilusiones, para dar una enseñanza por cada paso. Cada curso disfrazado de una disciplina deportiva, haciendo énfasis en el color amarillo "para homenajear a los equipos canarios que nos representan de maravilla y que están en un gran momento", explica Galván haciendo referencia a la UD Las Palmas y el Herbalife Gran Canaria.
Hoy, Telde se convertirá en un complejo deportivo gigante. A las diez y media, el colegio cerrará sus puertas con sus miembros fuera para animar el municipio mientras cumplen la doble función de pregonar el inicio del Carnaval e invitar a los vecinos a hacer ejercicio. A mediodía volverán con su objetivo cumplido y con ganas de quemar a la sardina, que se despedirá agradecida hacia los que han hecho posible el evento y con la bufanda de la UD. "Vamos a bailar", decían los pequeños, que vivieron su mañana en forma de carnaval eterno.
