El calor no da tregua y apenas corre brisa en Salinetas. Son las 10.30 horas y en la playa todavía hay poca gente: algunos paseantes, varias señoras en sus sillas leyendo y un corrillo de hombres en la zona norte. Este sosiego se interrumpe con la llegada de los niños -de entre seis a 12 años- que participan en uno de los cursos semanales de surf que imparten hasta principios de septiembre los monitores Angélica Negrín, Fran Sánchez y Rafael Luchoro. Es un grupo de 15 entusiastas alumnos que de lunes a viernes y de 10.30 a 12.30 horas, aprenderán los principios básicos de este deporte y a sus edades les sirve, además, de divertimento playero, otro contacto con el agua salada más allá del margullo o las primeras brazadas de natación.
Equipados para la ocasión, antes de entrar en el mar,- tranquilo y con olas sencillas-, los niños escuchan las explicaciones e instrucciones de sus monitores sobre cómo entrar al agua con la tabla, qué hacer para ponerse de pie en ella e incluso se les cuenta la historia del deporte del surf, cómo se desarrolla el campeonato del mundo, quienes los lideran, entre otros datos. Es una introducción en toda regla, pero con un lenguaje adaptado a ellos del que no pierden detalle.
Angélica, monitora, junto a sus compañeros Fran y Rafael, de la concejalía de Actividad Física y Deportes, dirigida por el también titular de Juventud, Diego Ojeda, les pone en calor con un sencillo y divertido precalentamiento. Algo parecido al juego de la silla por su carácter eliminatorio y que con los términos tierra, mar y barro va dejando fuera -sin mucha pena por su parte- a los participantes hasta que solo quede un vencedor. Es un paso previo y necesario para ir a toda prisa a por las tablas de surf y echarse al mar a coger olas. Sin temor, con desparpajo y ante la atenta mirada de los instructores, estos aplicados estudiantes manejan sus tablas para pillarles el tranquillo.
"Los cursos de surf empezaron hace seis años", explica Negrín, "y siempre han contado con una gran participación. Es un curso de introducción donde se les enseña los diferentes estados del mar, el manejo de las tablas y cómo va el campeonato del mundo, entre otras cosas". El Ayuntamiento, la Escuela de Surf El Hombre y el Club Costa Este son los promotores de esta actividad veraniega.
La selección tanto de alumnos como de Salinetas como aula de las enseñanzas tiene también su razonamiento. Según expone Angélica Negrín, "admitimos un máximo de 15 niños porque es un grupo más manejable y hacemos los cursos aquí porque es una playa ideal porque carece de corriente, no es peligrosa y siempre hay olas".
Además, desde Salinetas se puede hacer un recorrido por la costa y se les muestra el paisaje de la zona, su fauna y su flora. "Es un campus en miniatura, en el que en una semana viven una experiencia muy bonita y muchos piden repetir", apunta Negrín, quien destaca su módico precio de 40 euros frente a las cantidades que se pagan en otros campamentos de verano. "Aquí todo el mundo puede hacer frente a esa cantidad y los niños están durante esos días aprendiendo algo nuevo y divirtiéndose".
El dinero recaudado no termina en saco roto. La monitora aclara que "se emplea para pagar los gastos de la organización del triatlón que se celebra en esta parte de la costa, para comprar nuevas tablas para esta actividad -este años hemos comprado cinco-, todo se invierte". Los cursos de iniciación al surf continuarán y las personas interesadas pueden inscribirse llamando al número 677 842 407.
