La obra de arte del francotirador de Las Mesas. Un Van Gogh en el olimpo del balón. Nauzet Alemán Viera (Las Palmas de Gran Canaria, 30 años) firmó un tanto de bandera en el Santiago Bernabéu. Batió al inmortal Casillas con un golpeo de genio. Una falta directa a la gloria, que no pudo evitar la derrota violeta (4-2) ante el gigante blanco. Era su estreno en Primera, en el curso 2009-10, que a nivel personal se saldó de forma exitosa: 26 partidos (1.632') y seis tantos (también batió a Moyá del Valencia, a Aranzubia del Dépor por partida triple, y a Toño de penalti ante el Racing de Santander).
Pero fue el zarpazo en el Bernabéu fue la imagen que catapultó a Nauzet Alemán a uno de sus mejores registros de toda su carrera. El sábado, vuelve al infierno pero de amarillo y dispuesto a sellar la proeza ante el ejército de CR-7. Con la UD ya computa dos actuaciones en la máxima categoría, las dos útimas, ante el Getafe en el Coliseum (68') y el Villarreal en Siete Palmas (11').
Sentimiento y reivindicación
El extremo de Las Mesas repasó ayer su obra de arte, un tanto que le persigue en su carrera, igual que el logrado con la UD en Anoeta ante la Real Sociedad B, que abrió el camino del ascenso a la categoría de plata en la 2005-06 para escapar del infierno. Tantos que resumen el potencial del francotirador: talento y raza. "Fue algo especial para mí, fue la primera vez que jugaba en ese campo, queda un recuerdo para mí personalmente increíble. Y ahora queda luchar porque soy competitivo, cada vez que me pongo la camiseta amarilla siempre quiero darlo todo y pelear. Al máximo".
Autor de nueve tantos en la pasada campaña, una aportación determinante para abrir la puerta del cielo de Primera, la genialidad de Nauzet ante Casillas vale como motor para un navío humilde. La motivación perfecta ante la tormenta perfecta. Espera un Madrid, despiadado, sediento de pólvora, pero que no inquieta al atacante isleño.
Y sueña con jugar de inicio, respetando el sudor de los compañeros de vestuario. Por eso incide en el grado de complejidad, más si cabe tras la llegada de Quique Setién al banquillo. "Igual que todos los compañeros, cada uno tiene que tener su protagonismo. Entrar en el equipo está muy difícil, tenemos una plantilla muy competitiva y hay que dar el 200% para intentar entrar en el equipo", explica con firmeza.
El más temible del planeta
Reconoce que superar a los de Benítez exige una versión pletórica. "Ahora mismo creo que es el equipo más en forma a nivel mundial, vamos a intentar dar la cara como en el Camp Nou o el Calderón. A partir de ahí, recuperar las buenas sensaciones, y tratar de plantar cara". ¿Y cómo se hace? Nauzet da las primeras pistas por la épica.
"Hay que sacar lo bueno que hicimos en esta campaña en el Calderón o el Camp Nou para plantar cara a todo un Madrid, es un equipo diferente, la zona ofensiva de es muy peligrosa. Hay que mantener la tranquilidad y asumir las responsabilidades; estamos jugando contra uno de los mejores del mundo".
Su entrega se mantiene intacta con el cambio de régimen táctico. Suda sangre por el escudo. "Con cada entrenador doy lo que me pide. Está claro que cada uno tiene su entendimiento en el fútbol, particularmente pienso que soy un jugador que le gusta participar, entrar en juego y ser dinámico. Herrera lo tenía en su forma, y este 'míster' también. Herrera me sacó mucho rendimiento, estoy muy agradecido de la temporada que hice con él, y con el 'míster' actual intentaré hacer lo mismo o mejor".
Aprecia diferencias de estilo, entre Herrera y Setién: "Ahora se juega con un poco más de tranquilidad (...) Defender teniendo la posesión del balón. A partir de ahí cada uno debe ser responsable con lo que tiene que hacer, así como de los conceptos que quiera y que nos ofrezca resultados: que es lo importante".
Y sobre la fórmula mágica para tumbar al gigante blanco de Rafa Benítez insiste en lucir personalidad: "La clave es mantener la portería a cero, pero un equipo de esta categoría te llega una vez y te meten tres goles. Hay que tener tranquilidad, intentar hacer nuestro fútbol, mantener la portería a cero y a partir de ahí el partido se puede desarrollar de varias formas (...) Hay equipo suficiente para dar la cara".
Señorío ante los pitos
Pasó de puntillas con un registro de caballero sobre los pitidos recibidos en Siete Palmas en la última jornada ante el Villarreal -entró en el 80 y recibió la reprimenda del público, a pesar de solo participar en las dos últimas jornadas de Liga-.
"Respeto todas las decisiones, soy un jugador de la UD y siempre defenderé el escudo esté donde esté. Respeto a todos, los aplausos y pitos. No le quiero dar más vueltas porque no nos va a hacer ningún bien a nadie, tenemos que estar todos unidos para lograr la permanencia que es lo que todos queremos en esta campaña en Primera".
El francotirador apunta al Bernabéu. Seis años y dos semanas después pero con la UD en Primera. De amarillo, con el escudo de su alma, para luchar por la hazaña ante un Madrid imperial. Le espera las zarpas de un rival multimillonario -con un presupuesto de 450 millones de euros-, pero tiene un Van Gogh en la recámara.Señalado por parte de la grada, su expediente es un ejercicio de rigor con dos ascensos, 173 duelos de amarillo y 29 goles. Y una obra de arte en el infierno blanco.
