Duelo al sol por la eternidad. Cruce de poetas en Mestalla. Jonathan Viera contra Dani Parejo. El mediapunta grancanario, en el mejor momento de su carrera, se cita esta noche con el referente, capitán y emblema del Valencia. Y no es la primera vez que se retan por un trozo de gloria. El de La Feria compartió vestuario con el director de orquesta del bloque 'ché' en el curso 2012-13 y también coincidió en la selección española sub 21 -a las órdenes del técnico Luis Milla, ahora técnico del CD Lugo-. Y se enfrentaron en 2007, cuando el amarillo aterrizó en el División de Honor Juvenil de la UD (dirigido por el norteño Chani Suárez) como refuerzo de urgencia en las semifinales de la Copa de Campeones de la categoría sub 19 en Antequera (Málaga).
En aquella batalla, Parejo y el Madrid, por la mínima (1-0), dinamitaron las opciones del conjunto sub 19 de la UD en el que militaban jugadores como Ramsés, Jonay Díaz Romario, Fuli, Iván Sánchez, Iván Benítez, Israel o el meta Chesco. Ocho años después vuelven a rendir cuentas, Parejo, con 175 duelos en el combinado 'ché', 17 en Liga de Campeones, es el marqués de un Valencia multimillonario -que se ha gastado más de 114 millones de euros en el apartado de refuerzos-.
El favorito de Di Stéfano
Para Jonathan Viera conforma la mayor de las dos motivaciones reencontrarse con su alma gemela en el partenón del murciélago. Es un viaje a aquel escenario de Málaga, donde el juvenil merengue, con Adán (ahora en el Betis) impuso su oficio de la forma más ruin. Ahora será diferente, el niño mimado de Alfredo Di Stéfano, con 5 partidos en el Real Madrid y 80 en el Getafe, campeón de Europa juvenil con la Rojita, se siente importante.
El madrileño colecciona goles a sus 26 años -la misma edad que Viera-. Está tasado en 20 millones de euros y contabiliza en esta campaña 5 tantos, 4 en Liga y uno en Champions. Sus cifras son de vértigo en el mejor inicio de su carrera: 15 duelos, 1.150 minutos y el cartel de amo y señor de Mestalla.
Por su parte, Viera es el Parejo de gofio. El monarca del Gran Canaria con un rendimiento sublime en el último tramo de la pasada campaña, para abrir las puertas del cielo. Igual que hizo Parejo, para catapultar a Nuno a la Liga de Campeones.
Con 66 partidos en Primera -por los 195 de Parejo -, Viera lidera el galón amarillo con personalidad y fútbol. Un mimbre diferente, que se ha ganado el respeto de los enemigos. Incluso de los más despiadados como Parejo. Desde la capital del Turia se agradece la entrega y la magia de Viera, que se fue al Rayo Vallecano y luego al Standard de Lieja sin margen para la gloria. Un viaje al infierno como que trazó en su expediente Parejo, cuando se marchó del Real Madrid por la puerta falsa para lucir su nervio en el Getafe.
En el diccionario del grancanario, solo han existido términos de admiración hacia la figura del centrocampista argentino Banega -que al igual que Viera fue descartado por Nuno y tuvo que permanecer unas tres semanas apartado-. Compartieron minutos de calor en el infierno ché, mientras 'súper Parejo' seguía creciendo y se licenciaba como una figura de éxito en Mestalla. El madrileño vivió la otra cara de la moneda, el registró de éxito en una tierra hostil. Siempre bajo lupa, en ocasiones pitado, Parejo se fue haciendo un hueco en la primera línea de combate. En el habitáculo dorado, pudo dejar su firma de caviar. Con el mismo ADN que el genio de La Feria. Son almas gemelas, que se vuelven a cruzar en un césped.
Porque para Viera no hay rencor. Se trata de un pulso más, sin un gramo de sentimiento en su cacería amarilla por la salvación: "Lo he comentado en varias ocasiones, estar en Mestalla es bonito porque vuelves a permanecer con la gente que te quiso y apostó fuerte por ti. Pero nada más, no le deseo el mal a nadie -en referencia a Nuno-. Me centro en lo mío, en cumplir con nuestra cometido, que pasa por ganar a un gran Valencia", determinó el isleño.
Parejo y Viera, Viera y Parejo. Dos almas enfrentadas a perpetuidad. Se retoma esta noche el pulso de los pulsos en la zona de creación. Junto al isleño estarán Vicente y Roque Mesa, dos firmes exponentes del arte barroco de Quique Setién.
En el Valencia, en la trinchera de Nuno, un ejército de combatientes de clase noble. Soldados de pedigrí como Rodrigo -que costó 30 millones de euros- o el propio Alcácer. Obviando el concurso de un malogrado delantero Negredo, en continuo enfrentamiento con el actual primer técnico luso Nuno.
Exponentes del juego de salón, en una categoría en la que se incluye a Valerón, llega la batalla perfecta. La tormenta más despiadada entre dos arquitectos que han cohabitado a solo unos centímetros en los últimos años. Viera, como rostro de gloria del 21-J, y Parejo como el príncipe redentor de la causa valencianista. Amados y cuestionados, es la batalla de los genios. Mestalla aguarda para dictar sentencia.
