Héroes en el platillo volante. Bajo el manto industrial de un escenario de vanguardia, dos emisarios benditos lucieron su condición de ejecutores. Vicente Gómez y Tana se doctoraron en San Mamés con una sobredosis de pólvora. Punto con aroma a venganza de dos valores rescatados del ostracismo por Quique Setién. Invisibles en el anterior régimen para Paco Herrera, ayer firmaron su mejor capítulo liguero. Tuvieron el premio de la eternidad, igual que Josico, que cerró el (0-3) en la última victoria en Bilbao en octubre del 2000. Del baile del 'tiki-taka', a la explosión de talento de los nuevos príncipes del imperio tropical.
En la lluvia de misiles y golpes en el templo bilbaíno, el extremo del barrio pesquero de San Cristóbal Tana estuvo pletórico. Participó en las acciones más desequilibrantes y vuelve a ver portería por segunda jornada consecutiva. Se estrenó ante el Granada (en el 1-0) y ahora ya estira su nómina de depredador con dos zarpazos. En el caso de Vicente, logró la igualada (2-2), en el que supone su estreno anotador en la mejor competición del planeta.
El dorsal número '4' de la UD se convierte en el décimo goleador de un bloque solidario en la faceta anotadora -con 18 tantos en 18 jornadas-. Escoltado por el argentino Culio, Vicente tuvo que lidiar con Rico, San José y Raúl García. El ejército de Ernesto Valverde taponó todos los huecos y recurrió al juego sucio. Dinamitó la propuesta de seda del arquitecto isleño, que en su décimo partido consecutivo de inicio perdió la compañía de Roque. Con la sanción del teldense, se vio una versión más madura de Vicente, que dejó la creación y por fin se sumó al ataque con decisión.
Corría el minuto 62, y el cuarto saque de esquina fue un guiño al cielo. Cadena de rebotes y despejes, y Vicente, en el segundo palo, sacó el rifle de acero. Encañonó a Iraizoz y puso fin a 232 días de sequía. El último tanto del centrocampista -un llegador letal- se remontaba al pasado 16 de mayo en el Gran Canaria, cuando batió al Recreativo.
Con 917 minutos en esta aventura con las estrellas, va quemando etapas a pasos agigantados. Es su momento, con 27 años ya portó el brazalete de capitán en la pasada jornada ante el Granada. Mando y responsabilidad, así se forja un líder. La confianza ciega de Setién ha disparado las condiciones del poeta de Schamann, que ya cuenta con una lista importante de pretendientes. Al Werder Bremen -que siguió sus pasos en el Gran Canaria- también se suman varios portaaviones de Primera. Computa 172 encuentros de amarillo, con 13 dianas. La de San Mamés, la más importante, en una lista en la que figuran dos 'Picassos' ante el Zaragoza en La Romareda y uno al Tenerife, de caviar, en el último suspiro de un derbi.
Pero en Bilbao, llegó la gran prueba de fuego. Firmó un remate, el tanto del 1-1, y 41 pases. La UD gobernó el pulso (con un 58,9% de posesión) con un Vicente pletórico. En cada esquina, dejó su registro de salón. Y eso que jugó desde el minuto 21 mermado por una amarilla.
Valverde para recuperar el control del encuentro dio entrada a Iturraspe y Eraso. Más músculo y cemento ante la dictadura de los poetas Tanta, Viera, Araujo y Vicente. Los mosqueteros del Roque Nublo, a los que se sumó Momo en el 81, con una intervención estelar y decisiva como el centro para el 2-2.
La entrada del alfil, que supo congelar el encuentro, en su fase más caótica, resultó un torrente de oficio. Nauzet y Wakaso completaron los recursos desde la banda.
Liberado y letal
Tana compitió con Vicente por la condición del mejor activo amarillo en 90 kilómetros de lucha y coraje bajo la tormenta. Aportó profundidad, un lujo en el barro. Escapó a los trampa de los mil resbalones. El extremo, reconvertido como mediapunta con Setién, encadena dos jornadas bendecido por el gol. Con 38 duelos de amarillo, en las últimas tres temporadas -2 en Segunda División-, disfruta del mejor estado de forma de toda su carrera. Igual que en la irrupción de Vicente Gómez, el técnico amarillo ha sido clave.
Con Herrera, el extremo no jugó ni un minuto -se señalaba a sus problemas de disciplina y lesiones-. Vicente, con el estratega del ascenso del mágico 21-J, solo 36 ante Atlético y Sevilla. Y en el platillo volante rojo de San Mamés, el escenario más futurista, llegó un volcán de gloria. La pareja residual del anterior régimen fue la ecuación salvadora. Un 'Vicentazo' y un 'Tanazo' abrió la puerta de la eternidad.
