El patrón a seguir es la pelota. UD Las Palmas y Rayo Vallecano disputarán el sábado un duelo vibrante en la lucha por la permanencia entre dos equipos con la misma filosofía: ganar a partir de la posesión de balón. En esa estadística, tan de moda en los últimos años, los amarillos (54,2%) son los cuartos clasificados y los franjirrojos (53,3%) los quintos. Solo les superan el Barcelona (62,2%), el Real Madrid (56,4%) y el Celta de Vigo (55,3%), todos ellos en la zona noble de la tabla. Los cinco son los máximos exponentes de una filosofía que en los últimos tiempos define al fútbol español. Toque, toque, toque y toque.
Ocurre que ese espíritu estaba siempre al lado de los grandes. Pocos se atrevían a implantarlo en un equipo humilde destinado a pegarse por la permanencia. Y posiblemente ninguno haya tenido tanto éxito de manera continuada como Paco Jémez. Cuatro temporadas, y siempre con plantillas nuevas, ha estado el extécnico amarillo salvando a uno de los presupuestos más bajos. Es el entrenador que con menos propone más. Tanto es así que a veces es suicida, provocando que se haya llevado goleadas de escándalo en grandes escenarios.
Ahora ha llegado la UD Las Palmas con la intención se hacerle compañía. O al menos eso pretende desde que aterrizó Quique Setién a mitad de temporada. Es estilo de los amarillos es, sin embargo, algo más flexible y ha conseguido minimizar las goleadas ante rivales grandes. Los dos están desafiando el tópico de que para salvar la categoría en Primera hay que ser pragmático. Le queda a ambos muy lejos la filosofía de otros entrenadores especialistas en firmar permanencias, y a veces algo más, como Joaquín Caparrós, Javier Clemente, Lucas Alcaraz, Juan Ignacio Martínez, Luis García Plaza, José Luis Mendilibar o Javier Aguirre.
Quique Setién y Paco Jémez van por otro camino. Y eso el fútbol español lo agradece. Proponen partidos desde un punto de vista ambicioso, normalmente abiertos y muy vistosos para el espectador neutral. Al Rayo Vallecano le ha dado dud frutos todos estos años y la UD Las Palmas está en el buen camino para seguir sus pasos.
Tanto se asemejan ambos conjuntos que tienen el mismo dibujo, y uno diferente al del Barcelona, el defensor por excelencia de esta manera de entender el fútbol. Con un 4-2-3-1 tanto la UD como Rayo Vallecano comparten conceptos como el de incrustar a un mediocentro entre los dos centrales y hacer avanzar a los laterales para sacar el balón jugado desde atrás. Los porteros arriesgan con el cuero en los pies, los extremos se abren y en el mediocentro siempre tienen que estar presentes como mínimo dos jugones. Y a veces hasta tres.
Roque y Trashorras, los guías
Si Paco Jémez tiene a Trashorras, Quique Setién cuenta con Roque Mesa al jefe del centro del campo. Es la brújula, el hombre que dirige la orquesta y quien marca el ritmo. Son los dos que lideran a ambos equipos en la estadística de pases acertados. Mientras el teldense registra un 87,5% -por detrás del lesionado Vicente, que suma 87,7%- en el Rayo promedia Trashorras un 85,3%.
El gallego, ex de la UD Las Palmas, tiene en Jozabed a su socio habitual en el centro del campo. Los dos, escoltados por Baena o Diego Llorente, llevan el timón del Rayo. En el equipo amarillo tras la baja de Vicente Gómez busca Roque un nuevo socio ante tanta ausencia. Pero por delante siempre le acompaña Tana. Y a veces Valerón, el apoteosis de la magia. Fútbol alegre para la vista. El espectador sonríe. Se viene un Rayo-UD.
