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El reportaje

El partido de las sospechas

El último duelo de la UD contra el Granada estuvo rodeado de las acusaciones de amaño

Sergio Araujo conduce el balón ante la presión de David Lombán. LOF

Cuando el Granada el curso pasado se jugaba la permanencia en las últimas jornadas de Liga se cruzó en el camino la Unión Deportiva Las Palmas. Los amarillos, ya tranquilos con la salvación asegurada, llegaron a Los Cármenes con el único objetivo de quedar lo más arriba posible en la clasificación. Quedaban tres jornadas. En los días previos ya comenzó el rumor de que podían existir los maletines por debajo de la mesa. Y más tras el sorprendente resultado cosechado por el cuadro nazarí en el Sanchéz Pizjuán (1-4). Pero arrancó el partido y Las Palmas arrolló al Granada: a los doce minutos de encuentro los amarillos, con un Jonathan Viera estelar, pusieron distancia en el marcador (0-2).

Del 0-2 a la remontada

El partido se presentaba tranquilo para la Unión Deportiva Las Palmas y sus aficionados, pero no fue así. Rápidamente el cuadro nazarí, por medio de Rochina, recortó diferencias. Y fue El Arabi, en el minuto 22 de partido, quien puso la igualada a la salida de un córner. Los amarillos se mostraban endebles en defensa, sobre todo a la salida de los córners, en los que el Granada siempre creaba peligro. Este aspecto era un punto fuerte del equipo de Setién, pero el hecho de jugar con el objetivo ya logrado pareció relajar la tensión competitiva. Así, Ricardo Costa cabeceó a la red el 3-2 definitivo.

Este giro de los acontecimientos hizo que La Liga actuara de oficio y revisionara el partido buscando un posible amaño. De la misma forma que lo hizo, previamente, con el Sevilla-Granada tras la victoria del conjunto nazarí (1-4). Una vez completada la investigación, la Liga de Fútbol Profesional, por medio de su presidente Javier Tebas, la archivó. "Se ha archivado porque no hemos visto nada extraño. Si queremos una casa limpia, hay que barrer e investigar, pero con eso no estamos acusando a nadie de amaño, aunque insisto en que el deber y la obligación de nuestra institución es investigar", señaló Tebas. Todo parecía que había quedado en paz hasta que se desató de nuevo la polémica.

La denuncia de un 'socio'

El 22 de junio, en el programa El Larguero, José Guerrero Fernández hizo pública una denuncia que había interpuesto contra el entonces presidente del Granada, Quique Pina. Señaló que había sido contratado para "custodiar una bolsa con 600.000 euros que debía entregársela a una persona de la Unión Deportiva Las Palmas en el caso de que el Granada ganara el partido ante los canarios", explicó.

Este individuo denunció a Quique Pina por no haberle pagado ese trabajo que presuntamente le había encargado. El presidente del Granada aseguró no conocerlo de nada, mientras que él lo rebatía: "Conozco a Pina porque frecuento el mundo de la noche de Granada. Me encontré en un local con él y me comentó que tenía un trabajo que ofrecerme. Consistía en custodiar un dinero y hacer entrega a una persona siempre que el resultado fuera favorable al Granada. Y yo acepté el encargo", indicó.

Guerrero, tras esta declaración pública, no quiso aportar pruebas de los hechos pero aseguró que las tenía en su poder y que las iría haciendo públicas en el proceso judicial. Además, señaló que había interpuesto dicha demanda porque temía por su seguridad: "No me ha pagado y encima me están amenazando a mí y a mi familia". Ante esta denuncia pública la Unión Deportiva Las Palmas emitió un comunicado desmintiendo las acusaciones de este individuo y señalando que tomaría las medidas judiciales pertinentes. La acusación coincidió con el cambio de dueños al frente del Granada y la consiguiente dimisión de Quique Pina.

Llevaba seis años y medio ocupando el cargo de presidente y llevó al equipo desde Segunda B hasta Primera, donde se consolidó. Su renuncia del cargo se produjo por desavenencias con el nuevo propietario de la entidad, Jiang Lizhang. Con su dimisión y la lentitud de la justicia parecía que todo había caído en el olvido. Así fue hasta que unos días después Guerrero volvió a la escena pública al denunciar que lo atacaron en un parque de Granada y le dieron una paliza. Según relató a la Cadena SER, los agresores le atacaron por la espalda y tras apalearle lo volvieron a amenazar, tanto a él como a su familia. Desde ese incidente el caso ha vuelto a caer en el olvido. Toca esperar y ver que sentencia dicta la justicia.

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