Esta casa se ubica en La Romana, la tercera ciudad más importante de la República Dominicana, en el sudeste del país, entre Santo Domingo y Punta Cana. El clima benigno de que disfruta este lugar todo el año, así como la situación de la parcela de 10.000 m2 en la que se asienta el edificio, condicionaron totalmente el proyecto, ejecutado por A-cero, un estudio español de arquitectura y urbanismo con oficinas en Madrid, A Coruña, Dubái, República Dominicana, Ho Chi Min (Vietnam), São Paulo (Brasil), Moscú y Bombay.

Con una idea arquitectónica singular y arriesgada, el equipo que dirige Joaquín Torres, en colaboración con Rafael Llamazares, planteó dos bloques bien diferenciados de los que surge un juego de volúmenes curvos que buscan la verticalidad desde la cubierta. La fachada se ha recubierto de coralina, una piedra autóctona de color beige claro. Desde el acceso principal, la casa parece esconderse detrás de una sucesión de muros curvados que crean un conjunto de apariencia escultórica. En el centro, una gran puerta de madera de dos hojas da acceso a la vivienda, diseñada para favorecer la ventilación cruzada y aprovechar las ventajas de la brisa marina.

Los interiores se visten con mobiliario diseñado por A-cero y fabricado gran parte de él en España. Son piezas de cierta sencillez en contraste con las líneas curvas de la casa. La piedra coralina de la fachada se introduce en el interior para ofrecer continuidad visual, además de ser un material muy apropiado para el clima caluroso. Toda la vivienda está abierta al exterior en prácticamente todas sus fachadas, con grandes ventanales practicables. Los jardines que penetran en el interior de la casa diluyen la separación entre el interior y el exterior.

En el exterior, se cuida mucho el paisajismo, ejecutado por la empresa de jardinería Aybar. Se han elegido plantas autóctonas, como distintas especies de palmeras (palmera de coco, palma botella o palma areca) y se ha cubierto zonas con hierba cucaracha, grava, césped y rocas.

La cocina es de Arclinea y se compró en Miami. Las alfombras son de sisal. Las camas en toda la vivienda son de Château Vitre para Supermatrex.