Ramonsters es un supergrupo de versiones de los Ramones integrado por Enrique Bastante (Flash Strato, Gabinete Caligari), Manolo UVI (Commando, La UVI) y Rafa Le Doc (PPM, Commando), capitaneado por un Mario Vaquerizo que ejerce como vocalista y que, de paso, tiene un peculiar objetivo: "Quiero ser el Joey Ramone particular de mi mujer".

Más allá de ese simpático deseo, Vaquerizo resalta a Europa Press que los Ramones "siguen estando muy presente en las vidas de mucha gente, no solo en la de los más mayores sino también en la de las nuevas generaciones". "Las cosas buenas siempre acaban perdurando en el tiempo y Ramones es prueba de ello", apostilla.

En esta línea, explica que Ramonsters nace con la intención de conjugar diversión y homenaje, adaptando al castellano unas canciones que Mario considera "perfectas". "No sé hablar inglés, desgraciadamente, pero me encanta cantar en castellano. Sería muy absurdo tratar de hacer algo que no dominas a la perfección, y el resto de mis compañeros piensan lo mismo. Jamás se pasó por la cabeza de nadie hacer esto en inglés", apunta.

Echando la vista atrás, Vaquerizo recuerda que conoció a Ramones en 1980 en el programa de televisión Aplauso. Esa fue la chispa que inició una curiosidad que le llevó a profundizar más "en la religión ramoniana a partir de los 17 años", cuando empezó a tener "más sentido común en materia musical y cultural".

Ramonsters tienen su puesta de largo este viernes 27 de marzo en el Teatro Barceló de Madrid, donde se podrá comprobar sobre las tablas el resultado de "cinco meses de ensayos". "En este tiempo, siempre que hemos visto que una canción se resistía, la hemos estado machacando, repitiendo y dando forma para que saliera perfecta. Es lo que tiene currar", señala Vaquerizo, quien además recalca que Ramones están "muy presentes" en la banda sonora de su vida.

Y aunque haya mucho trabajo detrás, destaca que Ramonsters existen para "pasarlo bien y punto", al tiempo que aprovecha para afirmar que "la gente que monta un grupo con la pretensión de tratar de convencer, vender millones de copias o ser mayoritaria está muy mal de la cabeza".