El tiempo es cada vez más variable y conviene estar prevenidas ante cualquier contingencia. El abrigo de verano, que tanto popularizaron genios de la aguja como Dior y Dior Balenciaga, regresa esta primavera para revestir con todos los honores a ligeros vestidos y faldas plisadas, propias de modernas ladies del siglo XXI.

Los tejidos de los abrigos -básicamente crepes, linos, sedas, encajes y algodones livianos- dan lugar a prendas que no molestan, salvo que el calor sea agobiante, pero en cambio aportan prestancia y mucha clase a la vestimenta.

El uso de los abrigos tampoco se circunscribe a la tarde o a la noche. Son aptos para cualquier hora del día y de la noche. El modelo más clásico, inspirado en los patrones de Balenciaga, se caracteriza por la manga tres cuartos japonesa, el cuello redondo, impecablemente armado y el largo siempre por encima de la rodilla.

El complemento imprescindible es un pequeño bolso de mano, tipo Kelly de Hermés, para el día, o un clutch elaborado, con adornos de pedrería -son ideales los Prada de esta temporada- si se trata de un evento nocturno. Famosas como Jessica Alba, Mila Kunis y Sienna Miller ya se han apuntado a la tendencia del abriguito, en tonos crudos, ocres y negro, que resulta un acierto. Para las más atrevidas existen opciones en tonalidades más fuertes como el azul Prusia, es el caso de la firma Burberry.

Además, las marcas de moda barata cuentan con un amplio plantel de abriguitos en colores como el rosa palo o incluso fucsia y, cómo no, el omnipresente verde pradera de esta temporada. Una de las claves para lucirlo con gracia es ceñir bien la cintura con una lazada o un cinturón- fajín, en la misma tela o en piel flexible. El calzado que mejor le va al abrigo son unas sandalias de altos tacones o zapatos escote salón.

Sigue todas las tendencias de moda en el blog de Lidya Bedman

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