La declaración de Joana Sanz, mujer de Dani Alves, en el juicio contra su marido en la Audiencia de Barcelona ha apuntalado uno de los principales argumentos de la defensa del jugador para intentar atenuar una posible condena.

El jugador mantiene que las relaciones fueron consentidas, pero su abogada, Inés Guardiola, ha introducido en su escrito el atenuante de que el futbolista había consumido mucho alcohol la noche en que conoció a la denunciante en la discoteca Sutton. De esta forma, pedirá que se le aplique el atenuante de alcoholismo para rebajar una hipotética pena.

En esta línea, Sanz ha explicado en el juicio que, cuando el jugador llegó a casa sobre las cuatro de la madrugada, "olía a alcohol", iba "muy borracho", se chocó contra el armario de la habitación y cayó desplomado en la cama. Ella estaba despierta pero no hablaron "porque en el estado en el que estaba no era posible", ha asegurado.

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