Sirenas, luchadores canarios y madres alzadas en lo alto de columnas de piedra. Estructuras lineales, líneas espumosas y hierros deformados. Las esculturas que conforman el paisaje urbano del municipio teldense son muchas y de formas muy diversas.
Pasan desde el retrato de personajes populares de los barrios como Lolina, fallecida vecina de La Herradura, hasta famosas celebridades internacionales como John Lennon (de Isabel López) o figuras canarias como el faycán de Luis Arencibia (situado en la plaza de las guayarminas y los faycanes de San Juan). La variedad hace rica a una ciudad que sufre estos últimos años una dura situación económica. El arte lo cura todo, dicen algunos. ¿Pero qué cura al arte?
"La escultura tiene un sentido en la calle", asevera Pedro Naranjo, profesor de historia del arte en el instituto José Arencibia Gil. Es autor del libro 'La escultura urbana en Telde', que publicó en el año 2005, y conoce todo lo que pueda saberse de este tipo de bellas artes. "Es importante tener conocimiento de algunas cosas antes de proceder a instalar una escultura en la calle", sostiene el escritor. Los materiales de realización de la obra, la ubicación en la que se pretende colocar, las condiciones que puedan rodearle durante su estancia en ese espacio y, particularmente, las posibilidades que tiene el gobierno local de mantenerlas.
Esos son algunos de los puntos que destaca Naranjo. ¿Por qué? Para evitar el desgaste y deterioro de las obras. "Un estudio del impacto medioambiental es esencial: no puedes utilizar acero cerca del mar, porque se oxidaría, o sería poco eficaz usar piedra en un parque público porque se puede dañar con las actividades que se realizan en este", explica Naranjo.
Piensa que las esculturas dan un significado al espacio y que, por tanto, son importantes. "Pero hay que ser conscientes de lo que se establece y, sobre todo, si se van a poder mantener", afirma. Su aclaración señala de forma indirecta algunos rincones teldenses como el parque Franchy Roca. "Las obras están en un estado horrible; las han pintarrajeado de arriba abajo, les han pegado chicles y llevan en esa misma situación desde hace muchos años", sostiene. "Muchas veces las esculturas se estropean por la propia naturaleza y eso es inevitable, pero el vandalismo es algo que me preocupa muchísimo y deberían crearse campañas de concienciación sobre el tema; es impresionante el patrimonio artístico que tenemos en el municipio, y es importante que se cuide y se mantenga", reflexiona el experto.
En este sentido, el experto en arte se horroriza cuando el factor humano irrumpe para destrozar el patrimonio artístico y recuerda el reciente caso de la escultura de Sanmao en el parque de San Juan. "Es el típico ejemplo de una obra que ha sido destrozada por las circunstancias sociales y es espantoso: sin embargo, pienso que no debería haber sido colocada en ese espacio precisamente porque corría muchos riesgos", asegura.
La pieza, que homenajea la figura de la famosa escritora china Eco Chen, fue elaborada con resina y su estado es muy frágil. "Por otro lado, y como opinión personal, la ubicación tampoco me parece adecuada porque no casa con el espacio que tiene el conjunto escultórico 'Magia de la naturaleza', de Plácido Fleitas: rompe completamente la imagen que se creó para esta obra del artista y no me parece adecuado", recalca.
De este modo, confía en que algunas medidas podrían ayudar a mejorar la situación del arte urbano en la ciudad. "Un servicio de mantenimiento a las esculturas no es complicado ni costoso, tampoco tiene que hacerse de forma muy frecuente", asegura Naranjo, que añade por otro lado la necesidad de informar a la población sobre lo que tiene.
"El problema principal es que muy poca gente conoce la importancia de las obras, y muchos ni si quiera conocen los autores o los nombres de las piezas", declara. Sugiere que la implantación de placas informativas bajo las esculturas favorecería a que la sociedad reconociese el arte de la calle, y pudiera interesarse por los motivos, significados y detalles que presentan cada una de estas representaciones artísticas. Y un buen ejemplo reside, precisamente, en el parque Franchy Roca. "Todo el mundo se piensa que hay tres esculturas: 'Taragua', de Domingo Díaz, 'En las profundidades' de Isabel López y el busto 'Testa' de Salvador Silva", relata Naranjo. "Sin embargo, hay una más: mide casi tres metros, pero casi nadie repara en su presencia porque es una estructura formada por palos de hierro y se funde muy bien con el paisaje", revela el autor. En conclusión, la obra podría ser reconocida si estuviese bien señalada por una placa.
Asimismo, a algunas piezas solo les queda visibilidad para convertirse en auténticos iconos del municipio teldense. Es el caso del mural de ocho metros de longitud que se sitúa en la calle Inés Chimida, próxima a las dependencias de la policía local.
"Es una escena que retrata la historia del municipio: recrea monumentos históricos como la basílica de San Juan, la ruina de los Picachos y la máquina azucarera, entre otros", explica. "Es una pena que esté tan apartada, poca gente la conoce y mucho menos saben qué buscó reflejar el artista con cada uno de sus símbolos", asegura.
"Hay un absoluto desconocimiento de lo que tenemos, y si a eso le sumas el abandono y los atentados es una pena increíble", sentencia Naranjo.
Según sus investigaciones, el municipio teldenses es uno de los territorios de la Isla que posee más piezas de arte urbano (junto a Agüimes, y por debajo de Las Palmas de Gran Canaria). "El patrimonio que tenemos es riquísimo en cantidad, pero también en calidad", resalta.
De su parte también se encuentra el cronista oficial, Antonio González Padrón. "Debemos estar orgullosos con obras esculpidas por artistas de renombre, a nivel nacional y local", asevera. Agustín Ibarrola, Luis Montull, Máximo Riol o Sergio Gil, entre muchos otros. "Desde la costa hasta el interior del municipio se encuentran obras fantásticas, reconocidas más allá de nuestro municipio", afirma el cronista. Hace referencia principalmente a 'Neptuno', de Luis Carencia, que se sitúa sobre una roca en la playa de Melenara. "A esta cala han acudido extranjeros sólo para ver y sacar fotografías del dios del mar surfeando las olas", cuenta. Por otro lado, confiesa que aún posee tres proyectos pendientes de esculturas en Telde que homenajearán las figuras de Saulo Torón y Tomás Morales por un lado, de Inés Chimida y de Isabel Macario, esposa de Torón.
