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Desmotivación, hartazgo, cansancio, emociones negativas, son algunos signos de lo que se ha denominado “fatiga pandémica”.

Tal y como reconoce hasta la OMS, tras muchos meses de incertidumbre, de miedo y de restricciones provocadas por la pandemia de coronavirus, se produce una respuesta natural y esperada a todas las medidas radicales y sin precedentes que han afectado y afecta a la vida diaria de la población mundial.

Y es precisamente esta fatiga la que podría estar detrás del incremento de la demanda de productos antidepresivos que señala un análisis realizado por la distribuidora de medicamentos Cofares.

Según este análisis, si en el periodo de marzo a noviembre de 2020, la demanda de fármacos considerados antidepresivos incrementó un +4,8 % con respecto al mismo periodo del año anterior, entre septiembre a noviembre (coincidiendo con la segunda ola), el aumento de antidepresivos se acerca al +6 % con respecto a 2019.

“La pandemia nos ha provocado estrés por la incertidumbre, el cambio, la adaptación a una situación nueva, el teletrabajo, la conciliación, etc.”, afirma Marta de Prado, psicóloga sanitaria y forense.

Pero además, afirma la psicóloga, “todo este sufrimiento se ha ido sosteniendo con los recursos psíquicos que cada uno de nosotros tiene. Sin embargo, estos recursos se “cansan” o se sienten insuficientes después de tantos meses”.

Como consecuencia comienzan a aparecer síntomas de ansiedad, depresión, soledad, irritabilidad, problemas psicosomáticos… Y la población acude a sus médicos o psiquiatras en busca de ayuda médica para relajar de manera rápida el malestar psicológico.

Junto a los antidepresivos, Cofares ha analizado otros productos de salud indicados para “calmar el sistema nervioso” como pueden ser valerianas o somníferos. Aquí el aumento es notable ya que demanda de las farmacias han aumentado un 23,3 % de marzo a noviembre de 2020 con respecto a 2019.

Es cierto, que la venta de estos productos fue mayor durante la primera ola de la Covid-19, tal y como se aprecia analizando el periodo entre septiembre y noviembre de 2020, donde el aumento se sitúa en el 8,5 % con respecto a 2019.

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Vitaminas y multivitamínicos siguen creciendo

Durante la primera ola se registró un incremento notable, un 34,5% más, en la demanda de complejos vitamínicos y multivitamínicos. La razón más probable de este aumento según el análisis de Cofares es el confinamiento y la preocupación ante la falta de vitamina D.

En la segunda ola, entre septiembre y noviembre, continúa la demanda de estos productos, aunque en menor porcentaje. En concreto durante esos tres meses de otoño se produjo un incremento de un 8,4 % (830.000 unidades) con respecto al mismo periodo del año anterior.

Dentro de esta categoría, los productos más demandados son los complejos multivitamínicos que contienen vitaminas A, B6, B12, C y D, que actúan reforzando el sistema inmunológico.

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Disminuyen los antibióticos y probióticos

Si fuera posible sacar algo bueno de la pandemia es que ha permitido seguir disminuyendo la demanda de antibióticos.

Hay que recordar, que la resistencia a los antibióticos se ha convertido en un problema de salud global, que provoca en nuestro país el fallecimiento de unas 3.000 personas al año por infecciones resistentes a estos fármacos.

Así, durante la segunda ola de coronavirus en España se ha confirmado una disminución en la demanda de antibióticos con respecto al año anterior. ¿La causa? Se puede apuntar a varios motivos como una menor asistencia a los centros de salud o la concienciación social sobre el uso racional de estos medicamentos.

Y, por supuesto, a la efectividad de las medidas de protección (mascarillas, lavado de manos y distanciamiento social) que está reduciendo el contagio de las infecciones bacterianas respiratorias.

Así, se ha reflejado una tendencia a la baja en la demanda de este tipo de productos en la farmacia: en relación con los antibióticos, en el periodo de septiembre a noviembre de 2020, el consumo ha decrecido un -27,8 % con respecto a 2019.

Y como la prescripción de antibióticos va en la mayoría de las ocasiones acompañada por la de probióticos, que protejan el tránsito intestinal de la acción antibiótica, la demanda de estos también ha caído un 33,4 %.

El consumo de medicamento con receta se estabiliza

La demanda de medicamentos con receta sigue estabilizándose tras el periodo previo al confinamiento del mes de marzo en el que se registró un fuerte incremento, como resultado de la prescripción a largo plazo para minimizar y evitar desplazamientos a los centros de salud.

Entre el 1 y el 14 de marzo de 2020 (previo al confinamiento) se observó un crecimiento en la dispensación de medicamentos con receta del +8,9 % (+5,55 millones de unidades) con respecto a 2019.

Ahora, en el periodo de septiembre a noviembre de 2020 sigue estabilizándose, aunque con un decrecimiento muy ligero del -0,9 % con respecto al año anterior, que podría explicarse también por el mismo motivo que en el caso de los antibióticos: menos visitas a los centros de salud.

Lo más vendido, las mascarillas infantiles

En el mes de septiembre se producía la prueba de fuego para la pandemia, la vuelta al cole. Con la obligatoriedad de portar mascarillas desde los 6 años, es lógico que la venta de estos productos de protección individual para niños se haya disparado hasta siete veces más respecto al año anterior.

Concretamente este aumento entre los meses de septiembre a noviembre se situó en el 672,6 % con respecto al mismo periodo del año pasado.